jueves, 31 de mayo de 2012

La aventura del libro 4: Librín


LIBRÍN
Autora: María Minerva López Vázquez

En bibliolandia, una gran aldea donde reinaba la magia, todo era tranquilidad. Cada quien hacia su trabajo, y sus calles eran muy ordenadas y bonitas.
Cuando llegaba algún visitante, luego luego daba con la dirección que buscaba, por ejemplo: si buscaba la calle 400 Lenguas, casa 497.45, rápidamente la encontraba, ya que a la entrada, estaba Don Catalogón, con todas las direcciones y  datos de cada habitante de bibliolandia.
Pero de pronto un día, se desató una gran discusión, ya que como siempre, nunca falta aquel que ponga el desorden. Librogrón, que vivía en la calle 800 Literatura y Retórica, empezó a pelear con las partes que vivían con él, diciéndoles que no las necesitaba y que si querían quedarse le dieran sus razones de por qué tendría que ser así, ya que uno de ellos tendría que irse.
La primera en hablar fue Ada Portada quien le dijo—  mira yo soy muy necesaria, ya que sin mí no podrían saber de qué tratas y quién te hizo, entre otras muchas cosas.
—¡No, no, no! Yo soy la más importante—, replicó Marta sobrecubierta—¿no vez que yo cuido que no te maltrates y soy quien da la mejor impresión de ti?
—Bueno, bueno. Eso es muy cierto—, contestó pepa solapa— pero recuerda Marta Cubierta, que yo formo parte de ti ya que nacimos unidas y somos una sola.
—Mjmjmjmj, pues, déjenme decirles queridas amigas que sin mí, no serían nada, ya que yo soy quien las sostiene y sin mí, andarían todas desparpajadas, fanfarreó don Temo Lomo.
—¿A ver, a ver y yo qué? ¿No cuento? Déjenme decirles, que si yo me voy, de nada serviría que ustedes estuvieran ¿o qué no? ¿En dónde escribirían lo que han vivido y que quieren que los demás sepan?, dijo Lina página.
Librogron, muy serio se volteó hacia sus vecinos quienes ponían mucha atención a lo que decían cada una de las partes  y les preguntó: ¿y ustedes qué dicen?, ¿quién es la más importante?
Librina, con su voz tierna dijo:—No podemos opinar hasta oír a todas, dejemos que terminen de hablar.
—Esta bien contestó librogron –A ver tú, Dana contraportada habla.
—Miren, yo con todo respeto sólo puedo decirles que sin mi hermana Ada portada no sería nada, pues somos muy necesarias las dos ya que sin nosotras no tendrías ninguna protección. Ni identificación y  alguna de nosotras no estarías completo.
—¿Y tú, Hilda Portadilla?— dijo señalándola librogron. Mi importancia es mucha ya que la información que contengo es necesaria y práctica—, contestó Hilda Portadilla muy segura de sí.
—¡Falto yo, falto yo! —, se oyó  a lo lejos. Era don Juanelo Tejuelo, quien dijo muy sonriente: —¿saben por qué esta aldea siempre ha sido tan ordenada? Pues por que yo tengo la dirección exacta para que te encuentren y sin mí serías uno más del montón y sería muy difícil, asentó don Juanelo tejuelo.
—Mmmmmm—, Librogrón daba vueltas y vueltas muy pensativo y de repente, dijo: —Ya sé, ya sé. Quién se va es la hoja de respeto—, quien se puso a llorar diciendo: —¿por qué yo por qué?, pues aunque esté en blanco no quiere decir que no sea necesaria, en cualquier momento puedo tener algo maravilloso y la verdad, ya no hay respeto, no lo hay—, dijo sin dejar de llorar.
—Tranquila, tranquila—, dijo librogron, quien no era tan malo y sintió feo por haberla hecho llorar. Dándole un abrazo.
—Y tú amigo, ¿qué tienes que decir?
 —¿Yo? Yo no tengo mucho qué decir pues todos saben de mi importancia. Soy quien atrae las miradas hacia ti, ya que puedo ser de muchos materiales y formas, dijo Asencion encuadernación muy segura y altiva.
—Creo que hemos escuchado a todos, ayúdenme a decidir ya que no hay mucho espacio para todos–, dijo desesperado Librogrón.
Librin, quien había estado muy atento a todo dijo: —No podría imaginarme estar sin una de mis partes, nacieron conmigo y cada uno tenemos lo que necesitamos para despertar la imaginación y la magia de quien nos lee. Si tú te deshicieras de una de tus partes, dejarías de ser quien eres. No estarías completo. Es como en  una familia, cada integrante cuenta y cada uno es diferente, pero muy importante.
A lo lejos el búho de la sabiduría pensó: —Un niño siempre tiene razón pues ve las cosas con los ojos del alma.
Todos estuvieron de acuerdo y aplaudieron las palabras de Librin.
Librogrón, se puso a llorar y pidió disculpas a sus compañeros y dijo: — Tienen mucha razón, la verdad  no me había dado cuenta de cuanta falta me hacen y de que son muy importantes para que sea quien soy y como dice mi compadre refranero, todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar.
Y colorín  colorado este cuento se ha acabado el que se quede sentado se queda pegado
            FIN

María  Minerva López  Vázquez
Biblioteca Pública Municipal  “Mtra. Rosa Esther Adame Quiñones”  No 8617
Junta Auxiliar La Gloria, Cd Serdán, Puebla.

Un mundo sin gente: Los columpios suenan


Los columpios suenan en una área de juegos infantiles rodeada de pequeños arboles verdes y frondosos, al pie de los juegos infantiles con arenilla roja para que nadie se lastime. A los lados, cuatro prados con barandales verdes decorados y en su interior, una palma y plantas de diferente especie. El pasto está un poco crecido y hay una fuente en medio y dos bancas de color verde a los lados. Más adelante, otros cuatro prados iguales. Las dos áreas se conectan a través de pasillos anchos y pavimentados con adoquín rojo. En medio de las dos áreas un kiosco alto con escaleras, con barandales café y el piso de arriba con loseta color blanco, su techo tiene un terminado en forma cónica.
Al frente del kiosco, después de un ancho pasillo, vemos unas canchas de básquetbol con canchas de futbol rápido integradas, a los cuatro lados se elevan lámparas grandes con su poste de color verde.
El piso que rodea las canchas, es de adoquín color rojo con figura de rombo y en medio de cada adoquín, un pequeño adoquín negro; en el área de prados, adoquines rojos cuadrados medianos.
A la derecha las oficinas de presidencia auxiliar y biblioteca con el frente hacia el lado de la calle con unos arcos que lo adornan y pintada de color naranja. Las puertas tienen protecciones adornadas y pintada de color negro.


María Minerva López Vázquez
Biblioteca: Publica Municipal “Mtra. Rosa Esther Adame Quiñones” 8617
 Junta Auxiliar La Gloria, Ciudad Serdán


Biografía 17: Adolf Hitler


Personaje: Adolf Hitler
Autor de la biografía: Juan Amezcua Castillo.
Editorial Delfín.

Adolf Hitler nació el 20 de Abril en Braunau am Inn (Imperio austrohúngaro), 1889;era de origen pobre, no le gustaba estudiar y no completo la secundaria, su gran sueño fue ingresar a la Academia de Bellas Artes de Viena y ser pintor, pero debido a su origen lo rechazaron, tuvo que trabajar en muchos oficios por la falta de recursos y con ello se formaría su peligrosa personalidad y nació su odio contra los judíos.
Hitler fue a Alemania después de morir su madre para ofrecer sus servicios en la Primera Guerra Mundial llegando a ser un gran soldado ejemplar pero abandono el ejército y se dedico completamente a la política uniéndose al Partido Obrero Alemán, pero tiempo después cambio su nombre a Partido Nazi y se volvió su líder.
En su intento de llegar al poder de Alemania estuvo en prisión y escribió un libro llamado ‘‘Mi Lucha’’; al salir de la cárcel, después de nueve años fue nombrado dictador de Alemania, convirtiéndola en la nación más poderosa del mundo, llegando a conquistar gran parte de Europa y matando a su paso a seis millones de judíos; murió el 30 de Abril en Berlín, 1945.

Nombre: Michelle López Ochoa.
Biblioteca Héroes de la Revolución Mexicana No. 912.
Santa María Coronango, Puebla.

Autobiografía 16: Ana Rosa


Es la tercera de 5 hermanos, hija del Sr. Federico Humberto Ortiz Aguilar y Lidia Alberta Hernández Romero, nació el 1 de enero de 1959 en su casa de Xicotepec de Juárez, Puebla. La partera que atendió a su mamá se llamaba Lupe. Cuando nació Ana su papá le puso: “mi año nuevo”, creció en un ambiente familiar cálido; su mamá muy trabajadora, dedicada al hogar tejía mucho para hacer más ligera su carga econonómica pero muy exigente con ella misma y sus 4 hijas e hijo el único varón. Su papá se dedicaba a mortear café que también tostaba y vendía por kilo. Era muy conocida su familia, por el exquisito café. Ana Rosa cursó el preescolar en el kínder Catarino Peniche que en ese tiempo se encontraba donde hoy es la supervisión de los maestros. Al salir del preescolar cursó la primaria en la escuela Emperador Cuauhtémoc, una anécdota muy platicada por su papá era la siguiente: cuando iba en el primer año Ana se quejó de dolor de muela. Su maestra Rosita Prior conmovida la regresa a casa para ser atendida pero no contaba la maestra que Don Beto al verla en casa se enfadó tanto que Anita salió corriendo de regreso a la escuela pues su papá sacó el cincho para darle unos cuantos. Él no disculpaba faltas. La correteó hasta llegar a la escuela, cuando llegó estaba muy sentadita tomando la clase olvidándose del dolor. Una de sus amiguitas sólo dijo: ¡ay, su papá de Rosita es muy enojón! También le gustaba jugar mucho a las muñecas y les confeccionaba vestidos. Con sus hermanas jugaban a la comidita en la calle, al bote, a las escondidas e infinidad de juegos. Enfrente de su casa había un terreno donde descargaban arena; ahí con todos los vecinos se reunían haciendo pasteles de arena y túneles. Una infancia rica en juegos. Cuando Ana tenía como 8 años, lloraba mucho. Le temía a la muerte, pensaba que si cambiaba de lugar ya no moriría y para tranquilizarla sus papás la mandaron unos días a Tuxpan Veracruz con unos tíos para que se calmara. Poco a poco con el tiempo, se le pasó. ¿Quién diría que la vida la pondría en el camino cerca de la muerte?, primero su cuñado al que quería como un hermano, a los dos meses su hermana, a los años su mamá, al año después su papá unos años después a sus suegro, hace 2 años a su hermana mayor y hace un año a su mejor amiga y consejera la que siempre la apoyaba en sus tristezas y alegrías y en sus escritos pues como decía: escribir es soñar, dejar volar la imaginación; plasmar vivencias de la vida de la gente y también experiencias de su vida misma que la han hecho crecer como ser humano al expresar en un papel los sentimientos sobre todo es su manera muy particular de romper el silencio. Ana hoy ya no es una niña es una abuela se conserva muy bien, carácter fuerte, sencilla, elegante toda una mujer. Como les decía: disfruta de sus nietos que son la prolongación de su familia escribe lo que nace de su corazón y aprendido a vivir su hoy, lo mejor posible su miedo a la muerte existe en ella por eso disfruta cada día pues cree en la reencarnación  y si quiere una vida mejor, después hay que vivir esta con Gracia en Dios que nos dio el mejor regalo: la vida y al haber vida hay muerte. Ana tiene 3 hijos varones, 4 nietos y uno próximamente, está casada hace 36 años con un matrimonio con muchos tropiezos pero aprendido a ser fuerte ya que su mejor amigo y consejero es Dios mismo.
Ana Rosa Ortiz Hernández.
Biblioteca: Israel Gómez, Xicotepec, Puebla.

Sentidos: Ana Rosa


 Veo
Un nuevo amanecer con una puesta de sol. El corre-corre de la gente desde buena mañana sale al trabajo o las monjas pasan  para ir a misa. Otra vecina sale a barrer la calle, jóvenes y niños van a la escuela. Por supuesto el gasero, el del agua purificada, el señor de los jugos que llega a las 7am, una anciana que todos los días pasa con su diablo vendiendo plantas, un viejo carpintero barbón y sucio. La señora hace tortillas y su esposo acarrea su bote de nixtamal. Sus hijos llegan de la escuela en los autos a gran velocidad pues algunas mamás encopetadas como todos los días se les hace tarde para dejar sus hijos. Me veo a mí misma barrer la calle saludando a quien pase deseándoles buen día  pero también veo que vivo y estoy sana de mente y cuerpo y eso es ver  y vivir a Dios gracias.

Escucho
El canto de los pájaros al despertar, la reja del vecino que ya se va, la cotorra de la vecina pidiendo de comer ó sea un loro que habla, la primera campanada de la iglesia llamando a misa a las 7am. El ruido del molino los pasos de la gente en la calle, mi tía que todo el día habla, las quejas de mi cuñada de su marido, las noticas del día, el ruido de mi lavadora, los buenos días de la niña que me ayuda, mi corazón cómo late.

Huelo
El olor del drenaje que pasa atrás de mi casa, los orines del viejo carpintero que cuando pasa hay que aguantar la respiración para no caer desmayada (ji, ji) A mi vecina lo rico que guisa, la tierra húmeda, uno que otro señor y joven  bien perfumado.

Siento
Dicha de ver a mis hijos y nietos sanos la paz que he logrado en mi ser interior y a no sufrir por los engaños de mi esposo, enojo por lo que vivimos injustica pobreza, el no valorar nuestro entorno. Tristezas, he perdido a mis padres, hermanas y mi mejor amiga ó sea consejera, no soy muy afecta a salir. Me gusta mi casa: arreglarla, que esta armonizada, me gusta cuando alguien me visita y percibe la paz que brinda mi hogar, soy platicona en ocasiones me gustaría ser una hada para ayudar. No soy tan joven, ni vieja pero mi camino en  la vida me ha llenado de sabiduría para entender que todo tiene un motivo y razón y que cada sufrimiento nos fortalece y hace crecer como ser humano, pues lo más valioso en cada ser humano es su esencia. Por eso trato de vivir hoy solo hoy y darle gracias a Dios por lo bueno y malo de mi vida. Eso me ah permitido ser lo que soy hoy, una mujer fuerte.
Ana Rosa Ortiz Hernández               Biblioteca: Israel Gómez, Xicotepec, Puebla.

martes, 29 de mayo de 2012

Carta reclamo 25: A todos los implicados



Tehuacán, Puebla a 18 de mayo de 2012


A todos los implicados:
P R E S E N T E

Enviando de antemano un  grato saludo, procedo inmediatamente al asunto, esclareciendo que mi interés no es quitarles el tiempo con naderías, simplemente es expresarles mi sentir y pensar.
En los diferentes avisos de empleo que reviso desde hace ya unos cuantos meses, debido a que me encuentro inscrita como miembro al no orgulloso grupo de desempleados del país,  he visto una serie de arbitrariedades que me es imposible seguir callando. Vayamos al ejemplo más próximo: ayer siendo las 7:30 am, me informaba de determinadas instituciones que ofertaban vacantes requiriendo  a una persona capaz, dispuesta, eficiente, honesta, con actitud de servicio y demás cuestiones importantísimas como requerimiento para poder emplearse.
Pues ahí me imaginan ustedes, una mujer decidida a lograr el sueño mexicano: conseguir empleo, llena de ilusiones y nauseas por los nervios que me causan las entrevistas labores (con el saco y pantalón  más formales que conservo del guardarropas, un bonito traje que de haber sido negro ahora por el uso tiene un peculiar gris oscuro) bien, sin perderme en insignificancias prosigo. Mi primera entrevista del día no fue exactamente un fracaso, más bien nunca comenzó, era una empresa fantasma, tardé casi una hora dando vueltas en los callejones de una colonia retirada de la ciudad, cuidándome de los canes.
 Sin desanimarme fui al segundo lugar, donde la secretaria todo el tiempo me cuidaba como si  quisiera llevarme  la enorme pecera que tenían en recepción, todo por saludar alegremente a esos pececitos;  he lidiado una serie de tácticas para tratar con secretarias y vigilantes poco amigables, aunque esta opuso cierta resistencia, no le quedó de otra que pasarme con  la licenciada Angélica, usted señora que revisó mis papeles sin mirarlos (casi podría asegurar que tenía el folder de revés), sería quizás, porque antes de mí pasó una jovencita al que la secretaria llamó “Carlita” diciéndole que su jefa la esperaba, al salir la muchacha se veía muy contenta, despidiéndose de la secretaria a quien llamó tía.
Cuando vi que nuevamente el nepotismo se imponía, respiré profundo y  recordé que el señor nepotismo y yo, habíamos tenido unos  desencuentros donde él siempre salía ganando, por alguna causa que me niego aceptar, tal vez sea  mala suerte, no  conozco algún familiar, padrino, madrina, compadre o pariente lejano dentro de algún sindicato o empresa.
Me dirigí un poco cabizbaja al tercer sitio, donde  el loable caballero que  me atendió, comentó que cumplía con todos los requisitos menos el de experiencia laboral. ¿Saben?, esta parte siempre me ha parecido interesante, en la mayoría de los empleos a la gente le piden experiencia, pero resulta que si a uno no le dan la oportunidad de adquirir experiencia en algún empleo llegaré a la tercera edad sin experiencia, aquí viene la ironía ya no me contrataran por la edad ¡Por poseer demasiada experiencia!
El  último: usted, el hombre cuya edad avanzada, era una representación lejana de sabiduría, la mitad que duró la entrevista (los veinte minutos más largos de mi día), me veía como la recepcionista de algún elegante bar del que seguro es cliente frecuente, (lo disculpo), al parecer sufre algún tipo de estrabismo pues su vista no precisamente veía mi ojos, antes de que pudiera seguir con sus pretensiones de seducción, me retiré, quitándole con  mucha cortesía y disimulo mi curriculum vitae.
Esto es lo que sucede a muchas personas que se encuentran logrando su sueño mexicano. Aclaro que no es un mensaje proselitista ¡Dios me salve de bombardear promesas políticas!, esto es una cuestión social que nos debe interesar a todos. No solamente a unos políticos, me refiero a todos y cada uno de los empleadores mexicanos, empresarios, escuelas, gobiernos y ciudadanos debemos tomar responsabilidad; ¿De qué sirve que se incremente el número de alumnos matriculados en universidad, si más de la mitad de ellos estarán desempleados?
Se habla de que hay que “hacer emprendedores”, y me agrada la idea, empero, quisiera que fuera más allá de una idea; que se convirtiera en una realidad tangible. Con los recursos que necesita para materializarse, posiblemente nuestro sueño debería cambiar de ser empleados a formar nuevas oportunidades laborales. Salvando a las futuras generaciones de secretarias mal geniudas, jefes que quieren jugar a galantear, o bien, que las universidades enseñen la importancia de los contactos y que cada estudiante busque como padrino de generación algún político, millonario o miembro sindical; lo cual opino no resolvería nada, pero al menos garantizaría algo.
Bueno, aquí termino, porque esto se está convirtiendo en una queja y esa no era la intención, ni mucho menos causar agruras estomacales, tal vez  un poco conmociones de conciencia; agradeciéndoles la atención prestada se despide de ustedes su segura servidora, que espera muy pronto servir.


Claudia Ramirez Martínez
Biblioteca Joaquín Paredes Colín
Tehuacán Puebla. 

Autobiografía 15: Michelle



Me llamo Michelle López Ochoa y nací el 29 de Octubre de 1998 en Puebla, Pue. Mi mamá se llama Reyna Ochoa Quiroz y mi papá Alejandro López Caselis; fui la primera hija. A los 11 meses aprendí a caminar y empecé a hablar al año y medio. Cuando cumplí tres años me hicieron una fiesta muy grande. Recuerdo que tuve un pastel rectangular de vainilla, arriba decorado con lunetas y una vela muy grande de winnie pooh. Entré a los cuatro años al kínder ‘‘Mickey’’, recuerdo que en toda la generación sólo éramos tres niños en el grupo, me gustaba jugar en el recreo con títeres y a la cocinita con mi mejor amiga Fernanda y lo que más me gustaba hacer por las tardes era mi tarea, dibujar por todos lados y salir con mi papá en su moto a dar vueltas al estadio. No recuerdo haber tenido un amigo imaginario pero me dijo mi mamá que le hablaba con un niño en mi cuarto y jugaba mucho con él. Terminé mi preescolar muy feliz pero lamentablemente me tuve que esperar un año para ingresar a la primaria porque no me admitían por nacer en octubre y sólo aceptaban a niños nacidos antes de septiembre. Cuando tenía 6 años, nació mi hermanita Alexia el 31 de diciembre minutos antes de año nuevo. Entré a la primaria ‘‘Eugenio Garza Sada’’ y cursé primero, segundo, cuarto y quinto de primaria. Recuerdo que en el primer día de clases de primero de primaria me perdí en la escuela, empecé a llorar mucho y después de una eternidad me encontró mi papá. Tuve problemas familiares y por ello me cambiaban de casa. Cursé tercero y sexto de primaria en la primaria ‘‘Miguel Hidalgo’’ en Coronango aunque vivo en Santa Bárbara Almoloya (Junta Auxiliar de Cholula vecina de Coronango). En toda la primaria saqué muy buenas calificaciones y logré tener muchos amigos. Recuerdo que en sexto de primaria gané el concurso regional de oratoria con el 3° lugar y me siento muy orgullosa.
Me sentí muy triste por salir de la primaria pero ahora estoy cursando en la Escuela Secundaria Técnica No. 45 1° año, me siento muy orgullosa porque a pesar de que está a punto de terminar el ciclo escolar tengo muy buenas calificaciones y otra emoción por pasar a 2° año.

Con mucho esfuerzo quiero cumplir mi máxima ilusión: ser Ingeniera Industrial


Nombre: Michelle López Ochoa.
Biblioteca ‘‘Héroes de la Revolución Mexicana’’ No. 912
Santa María Coronango, Puebla.

lunes, 28 de mayo de 2012

La aventura del libro 3: Tina y Limón


TINA Y LIMÓN


Tina es una hormiguita que vive en una mansión abandonada; ella, audaz junto con sus compañeras, va formando su propio castillo con las arenitas que caen de la casona. Cierto día se encuentra a Limón, un pequeño ratoncito, que haciendo de las suyas, husmea con su naricita, también construye su hogar; con lo que puede andar recoge papeles y  varitas, para hacer más cómoda su madriguera y así para cuando llegue el invierno, duerma calientito.
Los dos son huéspedes de esa casa abandonada, convirtiéndose así en  vecinos. Un Día Tina se encuentra un pedazo de panqué que a alguien por accidente se le cayó; pero Limón lo ve también, ambos se disputan a ese banquete. Tina, para proteger su comida, pide ayuda a sus compañeritas, pero el astuto de Limón, aprovechando la ausencia de las pequeñas hormigas, corre e inmediatamente se lo lleva a su casa; se aboraza sobre el panqué dejando a las pequeñas sin alimento.
Para la tarde, Limón, por tragón se enferma del estómago, teniendo que pedir ayuda a sus vecinas las hormigas, y le dice a su amiguita:
Tina, Tinita, ayúdame, me duele mucho mi pancita.
—La pequeña hormiguita le contesta enojada— por tragón y abusivo, por no compartir con los demás la comida. Apenado le pide perdón y le ruega a Tina que le de agüita. Ella va en busca de sus compañeras y en una hoja de árbol llevan el agua, que acarrean en su lomito, para llevarle el vital líquido al tragón de Limón.
            A Limón, más confortado con el agua, se le pasa el dolor, le da las gracias a Tina y a sus compañeritas, prometiéndoles no robar más su comida y compartir con ellas de lo suyo, aprendiendo así a ser unos buenos vecinos, y también a ser compartidos    
En este momento  están apuradas trabajando, y también el pequeño ratoncito, abasteciendo su madriguera y hormiguero para la temporada de invierno, así, cuando la nieve cubra el campo, tengan qué comer y en sus casitas se sienta el calorcito, y  no pasen hambre ni frío.
Autor: Ana Rosa Ortiz.

Autobiografía 14: Nora Ivón


A U T O B I O G R A F I A

Mi nombre Nora Ivón Ortega González, nací en tételes de Ávila castillo, puebla el 16 de septiembre de 1962, en el hospital municipal de este lugar, hija legitima de Héctor Ortega Ojeda y Eucasia González Martagón, el primero hijo de Rafael Ortega Peña y María Ojeda Ocio , la segunda hija de Lauro González Maza y Eucasia Martagón Hernández.
Desde que supieron que iba a nacer fui una hija muy esperada y querida. No sólo por mis padres, por toda mi familia y especialmente por quien después fue mi madrina: Tranquilina González Martagón. De esto no me acuerdo pero me lo comentan mi madre y varios de mis tíos que cuando tenía un año siempre estaba con mi abuelito Lauro y que él me compraba tamales de mole.
Mi infancia está llena de recuerdos familiares y convivencias inolvidables en tiempos que empecé a ir al kínder “Claudio Mendoza” me gustaba bailar,  participar en los eventos. Pero como era una niña introvertida me era difícil la comunicación con los demás. Posteriormente vino la etapa de la escuela “Manuel Pozos” y tuve más participaciones en bailes y otras actividades. Me ha gustado el basquetbol. A pesar de mi gordura lo practiqué y me sentí  bien  jugándolo. Estaba en un equipo, no era de las mejores pero lo defendía con honor.
Tengo 4 hermanos: 3 hombres y 1 mujer. Uno se llama Héctor, después que yo, Germán el segundo de la familia, Daniel el tercero y mi hermana Liliana. La última de todos (creo que nos llevamos bien).
En este periodo de la escuela primaria tuve una enfermedad que me cambió la vida en todos los aspectos.  Se llama: fiebre reumática y la cual he superado pero con  restricciones que me hicieron tener una adolescencia trunca con periodos de invalidez y también perdida del habla, experiencia que no le deseo ni a mi peor enemigo. Esta enfermedad tiene secuelas  a largo plazo y gracias a Dios hoy puedo decir que ya casi no las tengo. Pero en su momento afectó tanto mi sistema nervioso que recurrentemente recaía y es como si volviera al principio y así ha sido  mi vida con muchas dificultades  para poder superar una serie de obstáculos.
Mas nunca me he dado por vencida, siempre el espíritu de seguir adelante,   preparándome y a pesar de que la enfermedad me imposibilitaba por espacios de tiempo largo, aun así logré terminar mí secundaria y orgullosamente puedo decir que inicié y terminé una carrera corta que ha sido hasta ahora fuente de ingresos  y  logros.  Mi familia lo ve como la  forma de demostrarles que cuando se quiere, se puede lograr lo que te propongas. Además ya trabajando me tracé la meta de  estudiar preparatoria abierta con mucho esfuerzo y dedicación  y  con el miedo de no poder terminar.  
Quizá se estén preguntando si tengo hijos. Les diré que no: no soy casada tampoco; ¿Por qué?  Mi enfermedad  no me lo permitió,  tal vez porque no es mi destino o no he encontrado al compañero ideal, esto me ha dolido durante algún tiempo. Ahora siento que por algo Dios me ha dejado vivir y alguna misión tengo en este mundo. Nuevamente me siento feliz  porque he logrado superar mis tristezas y mis carencias   además puedo colaborar para ayudar a otras personas
Mi carrera o mi oficio siempre me ha gustado y he aprendido a valorar mi trabajo. Sé que no soy buena en esto, pero trato de superarme cada día. Pasando a otro aspecto de mi vida, me invitaron a participar,  ser integrante  de la Asociación Cívil “Tzoncoyotl” el  proyecto ha sido mejoramiento  cultural, deportivo y social, con lo cual me siento realizada por colaborar de alguna forma con mi pueblo, con la gente altruista que inició este proyecto.
La herencia que más cuido y que es muy importante para mí, (no piensen que es un tesoro incalculable de riqueza).  Bueno, sí lo es para mí; una riqueza que no tiene nada que ver con dinero o fortuna. Son las enseñanzas, los principios que me han dejado las personas con las que conviví durante muchos años. Han sido y son gente tan importante en mi vida, que cada día los recuerdos como si estuvieran vivos: sí, son mis padres, mis tíos, mi familia que siempre ha influido en mi vida. Han sido gente que nos enseñaron a respetar a las personas y a dar sin recibir nada a cambio y  esperar tal vez burlas o groserías de la gente,  mas el único propósito es ayudar.
Hasta ahora y orgullosamente digo que estoy participando en Pececitos de Plata. Sé que me falta mucha práctica para lograr un buen trabajo y  mejorar mi redacción. Estoy a un paso de cumplir 50 años y quiero superarme logrando culminar el curso de Pececitos de Plata. Les agradezco la oportunidad de expresarme a través de la palabra escrita.


 Nombre: C. Nora Ivón Ortega González.                                              17/05/2012
Biblioteca : Guadalupe  Martínez  Ortega
Ciudad: Tételes de Ávila Castillo, Puebla

miércoles, 23 de mayo de 2012

Autobiografía 13: Edith Barranco Coria


Nací en Acajete, Puebla un 29 de abril de 1980, mis padres Erasto Barranco e Irma Coria, el del estado de Puebla y ella de Michoacán.
Soy la tercera hija de cinco hermanos, a los 5 años de edad mis padres me mandaron a vivir con mis tíos al estado de México. Ahí cursé el kínder, conocí a mi maestra que fue muy buena persona y tuve amigos. Recuerdo que un día me desperté pensando que alguien movía mi cama  pero no fue así, fue el terremoto que tiró la casa de mi amiguita Roció que era la vecina de enfrente afortunadamente a ellos no les ocurrió nada pero mucha gente no corrió con la misma suerte.
Al terminar el kínder regresé a mi pueblo para cursar la primaria ahí conocí a la maestra Lolita quien tuvo mucha paciencia al recibir a los niños que iniciábamos la educación primaria. Cuando cursé el cuarto grado (era una navidad), mis papás me dieron una triste noticia: que mi amigo y su hermana a quienes quise mucho habían  tenido un accidente automovilístico, ella murió al día siguiente y él el día de reyes, fue muy triste regresar a la escuela sin mi amigo Oscar.
Uno de los recuerdos más bonitos es cuando mis hermanos, primos y vecinos nos reuníamos a jugar y cuando sabíamos que iba a ser el cumpleaños de alguno de nuestros familiares o amigos planeábamos como iba a ser la celebración; hacíamos bailables, imitábamos a los artistas. A la que más recuerdo era a Gloria Trevi, todas las niñas nos caracterizábamos como ella con el pelo suelto.
A los doce años salí de la primaria. Mi padrino de salida fue mi tío Roberto (hermano de mi papá) y su esposa, recuerdo que me regaló un bonito reloj que hasta la fecha conservo con mucho cariño.
Al entrar a la secundaria fue difícil porque tuve que dejar a mis amigos de primaria y a conocer a niños nuevos de otras escuelas. Mis compañeros y yo hicimos un examen para saber que taller elegíamos. Decidí elegir el taller de dibujo, cuando los profesores de los talleres fueron por los alumnos y solo faltaba el de dibujo. Me había quedado sola con 8 compañeros hombres. Fue muy bonito porque después nos llevábamos muy bien. Nuestro profesor nos enseñó muchas cosas: una de ellas fue la amistad y fue muy comprensivo con nosotros. Hoy en día sigue impartiendo su taller en la misma secundaria del pueblo y le tengo un gran aprecio a mi maestro Lucio.
La maestra de matemáticas, (la profesa Delia), nos daba asesorías a los niños que iban mal en su materia pero a mí me agradaban las matemáticas y me quedaba, de ella aprendimos mucho el compañerismo. En nuestro grupo sólo éramos 22 alumnos y en los demás grupos habían 33 alumnos. Cuando iniciamos el tercer grado se desintegraba un grupo, el director decidió que sería el de nosotros pero con el apoyo de nuestros profesores y con nuestras calificaciones se decidió por otro grupo ya que éramos el mejor grupo en conocimiento. Cuando concluyó nuestro ciclo fueron lágrimas después de haber pasado tantas cosas juntos.
A los quince años conocí a las encargadas del centro de salud de mi comunidad quienes invitaban a chicas como yo a aprender primero auxilios y mi mamá de dio permiso de ir con ellas eran la doctora Verónica y la enfermera Nancy, de ellas aprendí muchas cosas: me enseñaron a poner inyecciones y a vacunar niños. Hubo una campaña de vacunación y fuimos a una de las rancherías del pueblo pero ya teníamos un poquito de hambre y nos detuvimos en el camino. Fuimos a uno de los terrenos a cortar elotes, la persona que nos acompañaba hizo una fogata y los tostamos. Nos sentamos a comer bajo la  sombra de un árbol respirando aire fresco y el sonido de los pájaros.
A los 18 años, como ya era mayor de edad, busqué trabajo en una fabrica donde confeccionaban ropa para bebes y niños. Ahí conocí a mi novio con quien me casé a los 21 y al siguiente año nació mi hija Monse. Al poco tiempo tomé una decisión importante que daría un giro a la vida de mi hija y a la mía, la separación de mi esposo. Fue muy difícil al principio pero lo superé.
Seguí trabajando en la confección de prendas. A los 23 años entré a laborar al H. Ayuntamiento en mi municipio, (en el área de contraloría), durante tres años. He participado en el comité municipal del partido político del cual soy militante.
Actualmente estudio la preparatoria abierta y trabajo en la Biblioteca Municipal Sor Juana Inés de la Cruz de Acajete.
Me gusta hacer mi trabajo y me encanta leerles a los niños, enseñarles a reciclar y hacer una manualidad con lo reciclado.
Al llegar a casa dedico el tiempo a mi hija, converso con ella de lo que le ocurre durante el día y poder estar al tanto de lo que vive y apoyarla. Haberme realizado como madre ha sido un reto importante en mi vida, luchar por ella. Cada uno de mis triunfos está dedicado a ella.
Gracias a mis padres y hermanos y al gran apoyo que me han brindado en momentos difíciles de mi vida.
 Doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado y aún tengo metas y proyectos por realizar.

Elaboro: Edith Barranco Coria.
Biblioteca nº 553
Sor Juana Inés de la Cruz
Municipio: Acajete, Puebla.

viernes, 18 de mayo de 2012

Poema 4: ENTRE LA NIEBLA




Ana Rosa Ortiz




A veces despierto entre la niebla
me saco del pecho el corazón.
Oigo su sonido acaso más fuerte que mis lágrimas,
manchan las huellas de pasos perdidos.

Quisiera alcanzar la claridad
que tienen mis turbias emociones.
Comprender la luz.

Biografía 12: Cliserio Vargas Gutiérrez



(1913-2005)

Cuando mi tarea fue hacer una biografía, lo primero que pensé es en hacerla a una  persona muy conocida por su estructura de vida y más a un porque tuve la oportunidad de conocerlo ya que la mayor parte de este texto son muchas de sus palabras y sus vivencias de vida.
Lo conocí cuando tenía 15 años; conviví con el aproximadamente 30 años y en ese lapso tuve la gran oportunidad de escucharlo. He aquí un poquito de su historia: originario de Itzatlan, Puebla; siendo el cuarto hijo del matrimonio del Sr. Benito Vargas Rangel y la esposa Rufina Gutiérrez Islas, Benito originario de Acaxochitlan Hgo. y Rufina de Tlacuilotepec Puebla.
Benito y Rufina (finados), procrearon en él una gran semilla. Cliserio muy trabajador, honrado como pocos hoy existen. Su palabra avalaba cualquier documento; era ley. Lo que decía se cumplía. Tuvo un primer matrimonio del cual procreo 7 hijos y por razones muy personales se separó de su primera esposa, tiempo después contrajo nuevas nupcias con la Sra. Celia del Rio Osorio, originaria de Jilotepec estado de México, procreando 2 hijos: Gustavo Vargas del Rio y Francisco Javier Vargas del Rio. Ahora bien, don Cliserio tuvo sus inicios como ganadero y cafeticultor y fueron en una pequeña propiedad llamada Teteloloya. Él contaba que tomaba el machete y hacha limpiando a hombro partido su propiedad y cuando tuvo oportunidad de mejorar y salir, la aprovechó. Sin dudar compró un pequeño rancho llamado: Santa Carmen y de igual manera lo trabajó y sembró hasta dejarlo limpio como su corazón noble, apoyando a sus hermanos, repartió en partes iguales a cada uno de ellos. Hoy que ya no está, sigo teniendo la oportunidad de recordar muchas cosas positivas del Sr. También sé que hubo muchos tropiezos en su vida ya que siempre ha existido y existe la envidia en nuestro entorno. Una anécdota muy recordada es cuando se sentaba en cada pierna a sus nietos más chicos hijos de Francisco Javier ya que para ese entonces, las chicas que venían de Itzatlan les decía: — ¡Tata, tata! habiendo tanta carne y yo sin dientes— y así toda su vida coqueto pero muy trabajador sobre todo honrado.
En ese tiempo no había tanto licenciado como hoy; él mismo veía la manera y ayudaba  a quien necesitara de su apoyo. Quien pasaba por la acera y él se encontraba  fuera de su casa lo saludaban con respeto. En ocasiones lo recuerdo montado en su caballo negro, su sombrero de lado y esa gallardura cuando montaba. Hoy él ya no está, su tiempo en la tierra concluyó pero su recuerdo está presente día con día al ver la gran semilla que dejó a sus sucesores ojala todos nosotros tomáramos los ejemplos positivos en nuestra vida y en nuestro entorno sería otra cosa el mundo con mucho respeto a toda su familia hago este pequeño recordatorio a un gran ser humano.
Cliserio Vargas Gutiérrez nació en Itzatlan Puebla el 21 de septiembre de 1913 y murió el 30 de enero del 2005.Le sobreviven 6 hijos de su primer matrimonio y 1 del segundo, y sus nietos.
Dejó un legado, la palabra es la ley y sobre todo la humildad es el mayor tesoro.

Ana Rosa Ortiz Hernández
Biblioteca: Israel Gómez, Xicotepec, Puebla.

Autobiografía 11: Mine


María Minerva López Vázquez

En un 20 de agosto de 1979, en un pueblito, tranquilo, cálido y pequeño, como lo era Chalchicomula de Sesma a las 8:00 pm. de un viernes hermoso nací, ocupando el cuarto lugar en el hogar de mis padres, Francisco López y Ma. de los Ángeles  Vázquez.
Un hogar tradicional, tranquilo y unido.
La casa donde vivía era como una vecindad, en ella vivían los tíos de mi papá (mi bisabuelo les había repartido el terreno como herencia), para mí era bonito ya que todos los primos, (que éramos muchos), jugábamos, claro que a veces también peleábamos. Recuerdo que cuando era año nuevo era muy bonito ya que venían mis tíos que vivían en México y todos nos reuníamos a cada familia le tocaba algo. A mi tía Nico le tocaban los tamales y hacía unas tinas muy grandes todavía en ese entonces se batía la masa a mano y a los niños sobre todo a mí me gustaba pasar junto a la tina y comerme la masa. Mi tía me regañaba, decía que me iba a empachar. A mi mamá le tocaba su tradicional pozole, un pozole que hasta la fecha no he vuelto a probar. Y así todos mis demás tíos ponían algo. Luego, mientras las personas grandes preparaban todo, platicaban y bailaban. Los niños nos íbamos a las acostadas en la cuadra. Era muy bonito muchos dulces, ponche, tamales, buñuelos… ¡Mmmmm!, ¡Qué rico todo! Qué tiempos aquellos.
Siempre me sentí la consentida de toda la casa, en especial de mi tío crece (bueno se llamaba Crescenciano y le decía así  de cariño). Para mí fue como un segundo padre siempre me consentía y me decía: “Mi rubiales” o “Rizos de oro” porque tenía mi pelo largo y güerito con chinos (cosa que se ha ido acabando con tantos tintes). Asistí a la primaria en la escuela “Carlos B. Zetina”, que se encontraba a dos cuadras de mi casa. La verdad no me gustaba mucho la escuela pero le echaba ganas, ya que mi papá era muy estricto. En las tardes siempre salíamos a jugar todos los niños de la cuadra, era muy bonito ya que había mucho espacio, casi no había casas construidas. Jugábamos a las escondidillas, el bote botado, los oyitos, a la comodita, a la escuelita, y un gran columpio eran nuestros juegos preferidos. El correr a tus anchas y poder andar tranquilamente por donde sea sin ningún peligro, es lo que mas extraño ya que mis hijos no pueden hacerlo. Al salir de la primaria, descansé un año y luego entré a la Secundaria Técnica Número Siete; para mí fue una etapa muy difícil y creo que para mi familia también, ya que mis padres se divorciaron cuando iba en segundo año. Gracias a Dios en ese entonces, conocí a quien ahora es mi esposo: Rubén, la verdad creo que sin él, no hubiera podido salir adelante, ya que un divorcio es ¡tan doloroso! No entender cómo unos años antes se era tan feliz y de pronto todo cambió. Pero con su amor y comprensión fue mucho más fácil.
Tengo tres hijos, dos niños y una niña que son mi adoración. Siempre fueron y han sido tranquilos, sanos y hermosos. En realidad para mí no fue nada difícil criarlos ya que nunca fueron enfermizos, ni chillones. Son un encanto.
Trece años me dediqué a ellos en cuerpo y alma, me siento muy satisfecha ya que siento que los disfruté al máximo, nos íbamos a pedir posada, a pedir calavera, nos íbamos al cerro a pasear, a conocer muchas partes de nuestro pueblo que no conocíamos, jugábamos (bueno hasta la fecha lo hacemos) en realidad disfrutábamos todo.
Hace cuatro años aproximadamente, se me presentó la oportunidad de entrar a trabajar, en realidad no fue nada planeado. Son de esas cosas que la vida te da cuando menos te lo esperas, fue difícil no haber trabajado nunca, ni haber tenido que tratar con personas que te ponen trabas para no obtener lo que deseas. En realidad enfrentarme a este tipo de personas me hizo querer lograrlo pues en lugar de detenerme me hicieron tener mas fuerza. Claro, siempre te vas a encontrar gente como ésa, pero afortunadamente he encontrado en mi camino más gente buena que mala.
Mi trabajo gracias a Dios me ha permitido, no sólo aprender de las personas y conocerlas si no que superarme profesionalmente ya que estudié hace dos años el bachiller a través de CENEVAL, pero para esto teníamos que ir a unas asesorías que duraron ocho meses y no sirvieron de mucho para el examen, pero pues sí. Aprendes algo. El día de mi examen la verdad hasta migraña me agarró. Por poquito me daba por vencida, pero al ver que mis compañeros estaban igual que yo o peor, y sobre todo, al acordarme de mi familia y de todos los sacrificios que habíamos pasado (y digo que habíamos pasado pues los fines de semana casi no los veía por ir a las  asesorías), me dio fuerzas y lo logré, no con la mejor calificación pero sí con la segunda mejor.
A los pocos meses estudié: Ejecutiva en Sistemas Computacionales y también me gradué. Ya le había agarrado el modo para quitarles tiempo a mi familia ahora los integraba conmigo para que me ayudaran hacer mis tareas. Eso fue muy bueno además de que hay conocí a mis compañeras que ahora son unas súper amigas y en realidad eso es lo que más me gusta: conocer gente y tratarla. Por eso amo mi trabajo.
Actualmente sigo en el mismo trabajo (Directora de biblioteca), en el mismo lugar (claro no lo cambiaria por ningún otro a mi ciudad Serdán querido a por que ahora así es conocido), y con la misma gente (con mis hijos, mi esposo, ¡ah!,  y con nuevos integrantes: mi nuera y un hermoso nieto). Como  diría mi artista favorito Juan Gabriel.
Doy gracias a Dios por todo, porque siempre me ha dado, no lo que he querido, si no lo que Él cree es bueno para mí. Y me lo ha dado en el momento exacto.
Ha se me olvidaba decirles que ahora soy de estatura mediana, media gordita (bueno llenita de amor), piel apiñonada y de un carácter que, (puedo decirles), me gustaría que me conocieran y quienes me conozcan puedan decir como soy, por que yo la verdad me creo súper buena onda pero cada quién tiene una perspectiva diferente de mí. 
María Minerva López Vázquez
Biblioteca:

Autobiografía 10: Trino



Era la mañana del 16 de enero de 1949, a la entrada del atrio parroquial de la iglesia de Santa María de la Asunción  Acajete, Pué. Se encontraban reunidos al fin, José Trinidad Juárez López y Amelia Alcázar Villa.

Después de haber superado algunos contratiempos originados por el desapruebo de doña Petra Villa, se encontraban ahí… juntos para reafirmar su inmenso amor que les acompañaría durante los próximos 62 años. Fruto de esa unión y amor, la familia a través del tiempo quedó integrada por ocho hijos: Yolanda, Isabel, Armando, Petra Guadalupe, Rosalía, Guillermina, Trinidad y Amelia.

El día 11 de junio de 1961 a las 20hrs. La casa ubicada a un lado de la compañía Nestlé de el Carmen, Tlaxcala se llenó de júbilo pues nací, séptimo hijo de la familia y segundo hijo varón de la descendencia. El día 29 de junio del mismo año fui bautizado con el nombre de J. Trinidad Pedro Bernabé en la parroquia de Acajete, Pue. Siendo padrino el señor Manuel Alcázar Salazar. Y así, entre juegos de la niñez y permanentes muestras de amor y cariño por parte de los abuelos Amado Alcàzar, Petra Villa y del tío Ángel Rodríguez (conocido en la familia como Tata) trascurrieron los primeros seis años de mi existencia.

En  septiembre de 1967 ingresé a la Escuela Primaria Miguel Hidalgo, y en el año1969 siendo un niño de tercer año de primaria recibí la invitación de mi tío Don Austreberto Alcázar Villa para que todas las tardes asistiera por lo menos tres horas a la estación de ferrocarril con la finalidad que aprendiera el manejo administrativo y sobre todo el telégrafo, considerando que era una alternativa viable para continuar con la tradición.

Fue grande la sorpresa y motivo de gran orgullo para toda la familia Alcázar saber que tan sólo tres meses después me encontraba trasmitiendo por telégrafo los mensajes, salidas, llegadas y órdenes de encuentro de los trenes. Aún recuerdo todas las tardes en las que  la mirada fija de mi abuela Doña Petra Villa García con una sola expresión y sin palabras mostraba las esperanzas e ilusiones que significaba tener un integrante más en tan distinguida familia ferrocarrilera.

En 1973 ingresé a la Escuela Secundaria Héroes de la Reforma en la ciudad de Puebla, alternando con la escuela la actividad en la estación de ferrocarril, el estudio de la música (con el señor Rafael Loranca), el aprendizaje del tejido en telar de madera y teñido de telas (con el profesor Porfirio Sibaja de la misión cultural número 13), así como asistiendo a los talleres de albañilería de la misma misión cultural.

Todo lo anterior fue aderezado los fines de semana con las actividades deportivas como futbol, voleibol y montañismo.

Así, con este ritmo de vida cursé la prepa en la escuela Preparatoria “Lic. Benito Juárez” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Dos años más tarde, llegó el momento de elegir una opción profesional y recordando las habilidades obtenidas cuando teñía telas, y lo fascinante que es tratar con componentes químicos y sustancias, ingresé en 1978 a la escuela de Ciencias Químicas de la misma BUAP.

En 1982 recibí la oportunidad de realizar prácticas profesionales en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el área de Fisicoquímica bajo la dirección del doctor Luis Alfonso Torres Gomes, así también concluí el servicio social en el departamento de Edafología (estudio de suelos) con el Químico Miguel Ángel Valera en la BUAP.

Concluidos los estudios satisfactoriamente en 1983 recibí una beca de convenio SEP-BUAP y otra de Avon Cosmetics para realizar trabajo de tesis en el departamento de Físico Química del CINVESTAV. Este trabajo rindió sus frutos ya que lo presenté a nivel nacional en dos congresos de la Sociedad Química de México y fue publicado en la revista de la misma.

Dos años más tarde, en 1985 teniendo como marco la escuela de Ciencias Químicas, presente bajo el titulo “Calor de Adsorción de Componentes     Benceno-nhexano por Zeolita tipo Y” la tesis profesional que fue calificada con mención honorífica por el trabajo desarrollado, obteniendo así el título de “Químico Industrial”. En el mismo año fui contratado por el departamento de Físico Química de la BUAP para trabajar tiempo completo en el proyecto de desarrollo de polímeros, labor que desempeñe durante dos años.

Siempre he pensado que un profesionista (de este tipo de carreras) se ha desarrollado plenamente sólo si ha incursionado en tres áreas importantes que son: la investigación, la docencia y la industria. Y así, bajo esta filosofía, en el año de 1987 ingresé a Chicle Adams, S.A de C.V. Donde permanecí durante 10 años y en donde desempeñé funciones que fueron desde laboratorista, auxiliar de producción, supervisor de varias áreas, hasta llegar a jefe de producción de los departamentos de  chicle con centro liquido, chicle bomba, trident, refinación fabricación chicle, etc.

Un mérito y satisfacción personal fue el hecho de haberme especializado en el área de chicle con centro líquido y en particular de haber hecho a iniciativa personal pruebas de chicle con centro líquido de refresco de cola lo que en su momento fue muy innovador, (no se autorizó para salir al mercado sino hasta alrededor de doce años después).

  Sólo por mencionar otra idea innovadora en su momento, recuerdo una tarde en la que siendo supervisor del área de “Motitas” se me ocurrió que en particular a los sabores ácidos como limón y piña se les podía espolvorear chile en polvo y así concreté la idea que desgraciadamente y por razones que desconozco no tuvo seguimiento por parte de la empresa, sobre todo considerando que era una alternativa viable para el agrado de los niños.

En 1997 ingresé a la empresa SABORMEX S.A. DE C.V., (antes Cafés de Veracruz), como supervisor del área de harinas para hot cakes. Posteriormente incursioné directamente en los procesos de elaboración de chocolate en polvo,  refrescos en polvo, sopas, arroz, shampoo, cremas, frijoles, granola, chilaquiles,  bebidas rehidratantes, etc. Formé parte del equipo de trabajo para el traslado, ensamble y puesta en marcha de toda la maquinaria de la marca  “Clemente Jacques” en la ciudad de Puebla, terminando así mi labor en esta empresa como jefe de producción, no sin antes obtener el merito personal de ser el pionero en realizar la elaboración de arroz instantáneo en lata. (Aún recuerdo que mi proyecto “secreto” recibió el nombre de “tamales” debido a que su fecha de inicio fue un día 2 de febrero y cada vez que se escuchaba por la radio la voz del director de operaciones preguntando por los “tamales” yo me presentaba en su oficina para mostrar los adelantos en este proyecto y degustar sus avances).

Después de toda una vida de trabajo y esmero en las actividades cotidianas de la investigación y de la industria, el día 22 de noviembre del año 2003 contraje matrimonio con la señorita Gloria Aguilar Castillo originaria del estado de Veracruz con quien tengo dos hijos, el primero José Trinidad (nacido en septiembre del 2004) y Gloria Lucero (nacida en el mes de julio del 2006) quienes son el eje motriz y razón de mi vida.

Trascurriendo el año 2005 incursioné como socio y pequeño empresario en una compañía  de cosméticos y más tarde en el 2007 ingresé como jefe de almacén de producto terminado a la empresa “Productos Alimenticios La Morena” Planta Huamantla,Tlax.

En el año de 2010 tuve la oportunidad de hacer un giro profesional muy importante en mi vida pues ingresé a la Secretaria de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla siendo enviado a la Subdirección de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas bajo la brillante dirección de la licenciada Aurora Asomoza Palacios quien me comisiono a la Biblioteca “Sor Juana Inés de la Cruz” donde actualmente laboro con mucha satisfacción y orgullo.





J.Trinidad Pedro Bernabé Juárez Alcázar
Biblioteca “Sor Juana Inés de la Cruz”
Acajete, Pué.