jueves, 29 de noviembre de 2012

El dulce colorido de un hogar



Son tonos que van tomando forma durante el transcurso del amanecer; se deja ver en pequeñas imágenes, cada una de diferente tamaño y forma: a lo lejos un hermoso cielo azul entre montañas, unos árboles diminutos que asoman sus frondosas ramas como lindos espías que planean una travesura y al mismo tiempo delimitan un hermoso pasto, de un día cálido que brilla a cada atardecer. Flores de diversas combinaciones que adornan todo el tiempo, es inevitable olerlas y tocarlas, pues su sólo aroma y textura permiten al espíritu volar e imaginar.

Es un tierno panorama que muestra como la naturaleza, es capaz de alegrarnos la existencia sin decirnos una sola palabra; no hacen falta, pues el sólo hecho de mirar y tocar, transmiten paz, alegría y mucho calor espiritual. Imaginar el cómo y de dónde vienen, son preguntas poco comunes, pues en realidad lo más importante es disfrutarla, verla y recibir su suave aroma. Es inevitable detenerse un momento para contemplar su cálida textura; cuanta razón existe en ella que deja ver lo bella que es la vida y de cómo el universo es capaz de darnos una cara diferente ante nuestras preocupaciones, tristezas y demás sufrimientos.

Un lugar que muestra un camino de tierra seca que nos lleva al lugar de descanso, un pequeño techo de dos aguas, donde la vista de la ventana da al colorido mundo lleno de vida, mostrando cada uno de sus encantos, desde árboles, pasto, flores, rocas y todo lo que se puede observar en una pequeña colina, que desde la cima permite observar; al igual que dos jarrones esperando ser ocupados o decorados en cualquier momento.

            Es un bonito panorama que permite imaginar un largo andar por la vida, donde sólo el tiempo y el espacio son testigos de cada momento vivido, un lugar donde existen experiencias de épocas distintas, que logran alcanzar nuevas metas y proyectos, como un mágico vuelo hacia lo desconocido, con pequeños y largos caminos que se van formando sin querer, en un mundo lleno de misterios, el cual, conforme pasa el tiempo, va mostrando nuevos mundos y nuevas alternativas de mágicas lecciones que motivan cada día mejorar. Son caminos que al final de cada jornada, buscan guiar hacia el cálido techo que invita al descanso, porque después de un largo viaje, se hace necesario un ligero reposo, donde exista la paz y la tranquilidad.

Jaqueline Xiqui Tepale
Cholula

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