viernes, 6 de julio de 2012

Colcha de retazos 7: A un amor fallido (tercera versión)


 Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar.
Y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
       sus flores se abrirán[1].

Cultivo una rosa blanca,
en julio como en enero, para el amigo sincero
que me de su mano franca[2].

Estas que fueron pompa y alegría
despertando el albor de la mañana
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría[3].

Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía[4].

¡Cuánto verso de amor cantado en vano!
Oh, como el alma se me torna vieja
cuando me doy a recordar la añeja
historia absurda del ayer lejano[5].

Pues mi triste corazón
vive de bien apartado
con doloroso cuidado
cantaré este cantar[6].

Erguido bajo el golpe en la porfía
me siento superior a la victoria.
Tengo fe en mí: la adversidad podría
quitarme el triunfo pero no la gloria[7].

¿Qué es tu vida, alma mía? ¿Cual es tu pago?
¡Lluvia en el lago!
¿Qué es tu vida, alma mía, tu costumbre?
¡Viento en la cumbre![8]

Mis manos te han olvidado
pero mis ojos te vieron,
y cuando es amargo el mundo
para mirarte los cierro[9].

Ni al tiempo que al pasar me repetía
que no tendría fin mi desventura
será capaz con su palabra oscura
de resistir la luz de mi alegría[10].

No importa que los sueños sean mentira,
ya que al cabo, es verdad
que es venturoso el que soñando muere,
infeliz el que vive sin soñar[11].

Me gustas cuando callas, porque estas como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca[12].

¡Pues bien! Yo necesito
decirte que te quiero
decirte que te adoro
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto,
y al grito que te imploro
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión[13].

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida[14].

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el último dolor que ella me causa,
y estos sean lo últimos versos que yo te escribo[15].














1 Gustavo Adolfo Bécquer.
2 José Martí.
3 Pedro Calderón de la Barca.
4 Juana de Ibarbourou.
5  Arturo Capdevila.
6 Garci Fernández de Jerena.
7 Salvador Díaz Mirón.
8 Miguel de Unamuno.
9 Salvador Novo.
10 José Gorostiza.
11 Rosalía de Castro.
12 Pablo Neruda.
13 Manuel Acuña.
14 Amado Nervo.
15 Pablo Neruda.


J.Trinidad Pedro Bernabé Juárez Alcázar
Biblioteca “Sor Juana Inés de la Cruz”
Acajete, Pué.




[1] Gustavo Adolfo Bécquer.
[2] José Martí.  
[3] Pedro Calderón de la Barca.
[4] Juana de Ibarbourou.
[5] Arturo de Capdevila.
[6] Garci Fernández de Jerena.
[7] Salvador Díaz Mirón.
[8] Miguel de Unamuno.
[9] Salvador Novo.
[10] José Gorostiza.
[11] Rosalía de Castro.
[12] Pablo Neruda.
[13] Manuel Acuña.
[15] Pablo Neruda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario