Onarut es un planeta que tiene
características iguales a la Tierra como sus ríos, mares, su vegetación,
animales terrestres y acuáticos, cambios de clima, lluvias en temporadas, sus
divisiones políticas, pobladores, casas, componentes electrónicos, tecnología,
inventos y religión
Aunque también
sus diferencias como que sus ríos y sus mares son grandes, su vegetación es
completamente verde limón; sus animales terrestres son en su mayoría grandes o pequeños,
casi no hay medianos, los acuáticos son muy lentos y de tamaño regular. Tiene muy pocos cambios de clima, sólo llueve
en los meses de marzo y abril, hace demasiado calor en diciembre; cuenta con pocos inventos, componentes
electrónicos, su religión es natural, nada
más creen en la Madre naturaleza.
En el planeta
de Onarut habitaba una niña de nombre Venus de 7 años, de piel blanca, ojos
miel, cabello rizado y largo, que le gustaba nadar en el rio más grande del
estado de Aolanis, un hermoso lugar de extensa vegetación y un gran número de
especies terrestres y acuáticas como el tigre negro y el delfín color melón; ése
era su pasatiempo favorito de la temporada de verano y en invierno solo salía a
hacer muñecos de nieve pues es lo único q podía hacer durante el mes de
diciembre.
Un día, su
primo Hirushi fue a visitarla en diciembre, temporada en que suele hacer
demasiado calor; en una ocasión en que fueron de paseo sucedió algo
sorprendente, vieron a una especie totalmente diferente a las que conocían; al
principio se asustaron pero después se encariñaron tanto que durante los
últimos días que Hirushi permaneció al lado de Venus, iban días y tardes a
verlo. Cuál fue su sorpresa, cuando
aquel animal tuvo tres crías, las cuales se encontraban en tan mal estado que
decidieron llevarlos a su casa para que sobrevivieran.
En cuanto
llegaron a su casa, su madre se impactó al ver dicha especie que era, nada más
y nada menos, que un hermoso conejo de bengala (blanco con rayas negras); una
vez que se enteraron cuál era su nombre y que éste era totalmente inofensivo,
comenzaron a darles cuidados para que se recuperaran.
Los días
pasaron y los animalitos se mejoraron pero la madre murió, así que se los
quedaron; como Hirushi tenía que
regresar a Aronus, Venus le regaló uno
de los conejitos en símbolo de su amistad para que estuvieran siempre unidos,
pues no era suficiente con saber que la misma sangre corria por sus venas ahora
eran amigos y esos conejitos eran símbolo de ello.
Hirushi volvió a su estado, pero a pesar de la
distancia siguieron en comunicación y su amistad duró, se fortaleció; y
aquellos conejitos crecieron tan bonitos, que después la gente se enteró de su
existencia y abrieron varios centros de venta para todos los que querían uno de
estos extraordinarios animales.
María Elizabeth Durán García
Biblioteca Pública Mpal. “M. Hidalgo
“No. 759 Sn. Lorenzo Almecatla, Pué.
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