lunes, 7 de enero de 2013

No sé donde terminó mi libreta


Lo que recuerdo de mi niñez es cuando en casa llegaban los reyes magos es el aroma de los juguetes nuevos, el no poder dormir de la emoción de cuando despiertas y los ves, el tocarlos y olerlos ese olor  es muy rico ……. ya saben el olor a nuevo. Otra parte  es que a mí me encantan los gatos, por sus hermosos ojos y todo el misterio que guarda en su mirada, lo suaves que son y cuando me regalaron a mi primer gato llamado “botas” hay que emoción me dio, lo vi y me lo comía a besos, lo apretaba muy fuerte ,  que suave era su pelo y sus maullidos de chiquitos son muy bonitos, claro que cuando creció se fue y si la verdad lo extrañe muchísimo , pero bueno luego tuve muchos más….
En mi adolescencia lo que más me gustaba era la música siempre me ha gustado muchísimo la música y si me encanta escucharla todo tipo de música, escucharla me trae muchos recuerdos. Me encantaba escribir la letra de las canciones y escribí una libreta llena de letras de canciones de ese entonces. No sé donde terminó mi libreta pero es lo que más me acuerdo, esas ganas de escribir.
A y otra cosa me encantaba la ropa de color negro, no se porque pero me llamaba mucho la atención el color negro y siempre me veían vestida de negro  ahora que lo recuerdo no sé porque me gustaba tanto.
Cuando entré a la universidad lo que más me gustaba es que mama me compraba, mas ropa y si, estrenaba ropa, zapatos, mochilas y si, vuelvo a lo mismo el aroma de lo nuevo me encanta, hasta la fecha a un conservo un suéter que compre cuando iba a la universidad en realidad ni me lo pongo pero es muy calientito y solo lo uso para dormir, tiene ya sus años pero  aun no lo he tirado ya esta viejito pero me gusta.
Tengo muchos recuerdos hermosos, uno o más bien dos de ellos es el nacimiento de mis hijas, el aroma de cuando nacieron ese olorcito tan rico que no sé ni cómo describirlo, que si ya tienen bebé creo que me podrán comprender, el tocar su pielecita tan suavecita, tan tersa hay que bonito.
Bueno eso me paso con mi primera nena y con la segunda fue más el llanto. me encantaba escuchar como lloraba hasta la dejaba que llorara le temblaba su lengüita y no la cargaba. Hasta me dio risa, si eso es hermoso.Y si también aún guardo su ropita y ya no huele igual pero es muy bonito poder tocarla.
Y ahora pues el recuerdo más cercano de algo muy rico es una cobijita que también era de mi nena pero a ella ya no le gusta. Aun duermo con esa cobijita porque es muy calientita. Y unos calcetines que me regaló mi papá. Qué rico se siente, son muy suaves y calientitos.
Celia Hernández López
Biblioteca Pública de San Lorenzo Almecatla Puebla.

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