lunes, 26 de marzo de 2012

Simulacro de carta de reclamo: Carta a una costurera por no haber hecho bien mi vestido



Querida costurera:
Quiero que sepa que con tanto esfuerzo y tanta ilusión compré una tela especial y le pagué para que me hiciera un vestido muy bonito para la fiesta de una amiga. Claro, con las recomendaciones que recibí de usted me animé y le entregué mi tela y le pagué, pero jamás pensé y mucho menos imaginé que hiciera semejante vestido.
Hasta que llegó el día de recogerlo y probármelo en mi casa por que no estaba usted en su taller.
Al llegar a casa tan emocionada, me probé el vestido, ¿Cuál sería mi sorpresa? El vestido está mal hecho porque de adelante me quedaba muy abajo y de atrás me quedaba arriba, que desilusión me llevé y más que nada que usted no me lo entregara personalmente y ¿cómo ponerme algo así?, todos los que me vieran se reirían de mí ya me imagino que me dirían mis amigas ¿lo hiciste tu?
Recuerdo que mi mamá nos hacía los uniformes de la escuela a mis hermanas y a mí y le quedaban muy bien sólo que ella no estudió corte y confección
No sabría  decir si usted tendría problemas o quizá estaría enamorada o algo le pasaba, porque la parte de arriba del vestido le quedó muy bien, las costuras estaban bien hechas pero la parte de abajo me dejaba muy poco que desear.
Me puse a pensar que a lo mejor no sabía hacer cortes en forma circular por que así era el vestido.
Debo decir que yo no soy confeccionista, pero sé coser y  al revisar el vestido noté que estaba mal cortado.
Quiero que sepa que no es que hable mal de usted pero con esfuerzo le pagué para que me hiciera un bonito vestido  y no echara a perder  mi tela que con tanto esfuerzo y trabajo compré.
Hubiera preferido que me dijera que usted no sabía hacer ese tipo de corte y no se comprometiera a hacerlo y mucho menos arruinar mi tela que había comprado con mi primer sueldo de aquel trabajo.
Le puedo recomendar que nunca es tarde para aprender y tome un curso actualizado en confección, porque aún es joven, bueno eso creo yo y pueda hacer mejor su trabajo.
Sabe que hace falta una buena costurera o confeccionista o como usted le quiera decir, que haga bien su trabajo, con amor, con cariño, como si fuera para usted y no que le importe lo que le paguen, por que de todos modos lo tenía que hacer. 
Por último que si le traigo otra vez tela para que confeccione un bonito abrigo  y logra esta vez hacerlo bien, le escribiré una carta donde exprese que es usted una buena confeccionista que hace bien su trabajo y sobre todo es de calidad.
Biblioteca: sor Juana Inés de la Cruz.
Colección: 553
Municipio de Acajete, Puebla.
Elaboro: Edith Barranco Coria.

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