lunes, 16 de abril de 2012

Carta de reclamo 11: A L J E F E



Salí de mi casa caminando muy contenta, llego a mi trabajo con gran alegría saludando a todos con una sonrisa en la cara y con el firme propósito de que hoy fuera un hermoso día.
Pero  ¡oh! Decepción todos tenían algo más que hacer, otro era su interés así que mi saludo quedó en el olvido. Cuando llegué a mi escritorio perdí la sonrisa porque al llegar también saludé y sucedió otro episodio igual al anterior. Ya desanimada por el poco interés de mis compañeras en regresarme el saludo,  todas ocupadas en diferentes labores y al cabo de una hora se empezaron a desocupar de las tareas que les dio el jefe, una atendiendo a la gente en el mostrador, otra atendiendo los escritos que el jefe necesitaba, otras simplemente acomodando su escritorio.
Y pensé qué es lo que sucede que todos sólo llegamos a desempeñar un trabajo pero se nos olvida que hay situaciones que se van haciendo notables. Es tangible el disgusto de nuestro jefe inmediato, hoy quiero decirles que es importante no nada más trabajar eficazmente, sino también el trato que se le da a la gente y bueno parte de su disgusto ha sido que hemos llegado tarde entre comillas a  nuestro trabajo.
También quiero decir que estoy inconforme porque he llegado tarde 2 minutos y he sido fuertemente reprendida pero hay compañeros de otras dependencias que llegaron  temprano, pero de qué sirve, si se quedan charlando más de 15 minutos fuera de su dependencia, poniendo al tanto a todos los demás de otras incidencias pero igual también pierden el tiempo, ¿Por qué? Estando en su dependencia y escritorio no atienden a las personas, sin embargo las secretarias cómo se dan el lujo de menospreciarnos si nos están cuidando el horario y si nos ven sin trabajo nos inventan alguno para que no estemos sin nada que hacer. Nosotras las simples secretarias no podemos quejarnos porque entonces somos unas rebeldes y que no queremos cumplir con nuestras obligaciones. No niego que así como hay gente cumplida también las hay que no. Y si bien es cierto que deberían sancionarnos cuando no cumplimos, también es satisfactorio recibir una felicitación, cuando eres uno de los que más cumplen, por eso es que también nos dan otro tipo de comisiones que se deben desempeñar aun cuando en nuestro contrato no estén especificadas sin embargo se apoya porque nos lo mandan los jefes.
No tengo la intensión de censurar o criticar a nuestros jefes,  pero hay que saber mandar y con todo respeto hay jefes que ignoran como hacerlo,  pero gozan de  unos sueldos altísimos.
Me dirijo a los jefes que están en los puestos altos, que así como hay oportunidades en algunas dependencias de seguir estudiando,  también nosotras las simples secretarias tenemos  ambición de ascender a otro puesto, según nuestras aptitudes de esta manera nuestro sueldo mejorara, dándonos un respiro en todos los aspectos de nuestra vida  ya que si no,  estamos siempre buscando otras oportunidades de ganarnos unos pesos más, descuidando tal vez nuestro trabajo y también a nuestra familia.
Es verdad que nos pagan pero no es un sueldo que nos alcance para vivir, nos alcanza apenas para sobrevivir, en nuestro trabajo alguna equivocación equivale a una acta administrativa, sin embargo también por eso nos inconformamos nosotras las simples secretarias; es que una persona que lava baños, barre, pinta levanta basura tiene un sueldo  igual que nosotras y la responsabilidad no es la misma.
Esta carta tiene la finalidad de que nos tomen en cuenta, y analicen que si atienden nuestros problemas monetarios con un aumento de sueldo, menos necesario será buscar otro empleo y descuidar el que ya tenemos, también podremos atender a nuestra familia conviviendo mas con ella y evitando los problemas que provocan caer en drogas, alcohol, tabaco y etc.
Al  termino del día los buenos propósitos de saludar cortésmente y con una alegre sonrisa se diluyen con la falta de atención, ¿por que?  Todos estamos tratando de cumplir con el trabajo pero llego a la conclusión de que todos, pensamos ¿hacemos como que nos pagan? luego entonces ¿hacemos como que trabajamos? se escucha una falta de ética profesional pero no es eso, es la falta de remuneración que solucione nuestras necesidades.

Atentamente
Una Simple Secretaria.

   
Nombre: C. Nora Ivón Ortega González.                                              28/03/2012
Biblioteca : Guadalupe  Martínez  Ortega
Ciudad: Teteles de Ávila Castillo, Puebla

No hay comentarios:

Publicar un comentario