Salí de mi casa caminando muy contenta, llego a
mi trabajo con gran alegría saludando a todos con una sonrisa en la cara y con
el firme propósito de que hoy fuera un hermoso día.
Pero ¡oh! Decepción todos tenían algo más que hacer, otro era su
interés así que mi saludo quedó en el olvido. Cuando llegué a mi escritorio
perdí la sonrisa porque al llegar también saludé y sucedió otro episodio igual
al anterior. Ya desanimada por el poco interés de mis compañeras en regresarme el
saludo, todas ocupadas en
diferentes labores y al cabo de una hora se empezaron a desocupar de las tareas
que les dio el jefe, una atendiendo a la gente en el mostrador, otra atendiendo
los escritos que el jefe necesitaba, otras simplemente acomodando su
escritorio.
Y pensé qué es lo que sucede que
todos sólo llegamos a desempeñar un trabajo pero se nos olvida que hay
situaciones que se van haciendo notables. Es tangible el disgusto de nuestro
jefe inmediato, hoy quiero decirles que es importante no nada más trabajar
eficazmente, sino también el trato que se le da a la gente y bueno parte de su
disgusto ha sido que hemos llegado tarde entre comillas a nuestro trabajo.
También quiero decir que estoy
inconforme porque he llegado tarde 2 minutos y he sido fuertemente reprendida
pero hay compañeros de otras dependencias que llegaron temprano, pero de qué sirve, si se
quedan charlando más de 15 minutos fuera de su dependencia, poniendo al tanto a
todos los demás de otras incidencias pero igual también pierden el tiempo, ¿Por
qué? Estando en su dependencia y escritorio no atienden a las personas, sin
embargo las secretarias cómo se dan el lujo de menospreciarnos si nos están
cuidando el horario y si nos ven sin trabajo nos inventan alguno para que no
estemos sin nada que hacer. Nosotras las simples secretarias no podemos
quejarnos porque entonces somos unas rebeldes y que no queremos cumplir con
nuestras obligaciones. No niego que así como hay gente cumplida también las hay
que no. Y si bien es cierto que deberían sancionarnos cuando no cumplimos,
también es satisfactorio recibir una felicitación, cuando eres uno de los que
más cumplen, por eso es que también nos dan otro tipo de comisiones que se
deben desempeñar aun cuando en nuestro contrato no estén especificadas sin
embargo se apoya porque nos lo mandan los jefes.
No tengo la intensión de censurar o
criticar a nuestros jefes, pero
hay que saber mandar y con todo respeto hay jefes que ignoran como
hacerlo, pero gozan de unos sueldos altísimos.
Me dirijo a los jefes que están en
los puestos altos, que así como hay oportunidades en algunas dependencias de
seguir estudiando, también
nosotras las simples secretarias tenemos
ambición de ascender a otro puesto, según nuestras aptitudes de esta
manera nuestro sueldo mejorara, dándonos un respiro en todos los aspectos de
nuestra vida ya que si no, estamos siempre buscando otras
oportunidades de ganarnos unos pesos más, descuidando tal vez nuestro trabajo y
también a nuestra familia.
Es verdad que nos pagan pero no es
un sueldo que nos alcance para vivir, nos alcanza apenas para sobrevivir, en
nuestro trabajo alguna equivocación equivale a una acta administrativa, sin
embargo también por eso nos inconformamos nosotras las simples secretarias; es
que una persona que lava baños, barre, pinta levanta basura tiene un
sueldo igual que nosotras y la
responsabilidad no es la misma.
Esta carta tiene la finalidad de que
nos tomen en cuenta, y analicen que si atienden nuestros problemas monetarios
con un aumento de sueldo, menos necesario será buscar otro empleo y descuidar
el que ya tenemos, también podremos atender a nuestra familia conviviendo mas
con ella y evitando los problemas que provocan caer en drogas, alcohol, tabaco
y etc.
Al termino del día los buenos propósitos de saludar cortésmente
y con una alegre sonrisa se diluyen con la falta de atención, ¿por que? Todos estamos tratando de cumplir con
el trabajo pero llego a la conclusión de que todos, pensamos ¿hacemos como que
nos pagan? luego entonces ¿hacemos como que trabajamos? se escucha una falta de
ética profesional pero no es eso, es la falta de remuneración que solucione
nuestras necesidades.
Atentamente
Una Simple Secretaria.
Nombre: C. Nora Ivón Ortega González.
28/03/2012
Biblioteca : Guadalupe Martínez Ortega
Ciudad: Teteles de Ávila Castillo, Puebla
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