Carta a un sastre que vendió un traje roto
Estimado sastre:
Esperando no causarle mucha
molestia, me dirijo a usted para hacerle saber que el traje negro que usted me
vendió el día lunes, está roto, además de que se encuentra en pésimas
condiciones, puesto que la tela es de muy baja calidad y comenzó a deteriorarse.
El traje se ve
muy viejo, incluso como si lo hubiera sacado de la basura, además de su mal
aspecto, la tela causa un mal olor al lavarse. Nunca me había imaginado que me
encontraría con un sastre como usted; me esperaba mucho más de su trabajo, ya
que me dieron muy buenas referencias de su trabajo; me dijeron que usted era un
buen sastre y era el mejor de la ciudad, de hecho pregunté acerca de su trabajo
con muchos sastres, y sus críticas fueron muy animadoras a confiar en usted.
Sin embargo me doy cuenta de que no es así puesto que su trabajo le salió muy
mal, no le vuelvo a pedir otro trabajo pues me llevé una pésima impresión de su
trabajo.
Ahora sólo le
pido que me regrese mi dinero y yo le regresaré su traje porque yo no quiero un
traje como este con un pésimo aspecto. Me hará un gran favor al devolverme mi
dinero pues quizá sirva para olvidar su pésimo trabajo y tal vez nos llevemos
bien.
Sólo espero no
se haya molestado, y de antemano gracias por su comprensión, y no siga
engañando a la gente con sus halagos, y comience a realizar mejor su trabajo.
Margarita Tlachino Azcatl
Biblioteca Pública Municipal
Coronango
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