Buen día tenga usted profesor:
He decidido redactarle esta breve carta para
decirle de una situación que no fue de mi agrado en su materia de matemáticas.
Mi disgusto es la calificación de segundo bimestre que usted me puso; sé que
usted es profesor y sabe por qué situación tengo esa calificación.
Pero mi descontento es que
en todo el bimestre fui la alumna que participo más en su clase, fui la alumna que
las veces que pedía pasar al pizarrón me levantaba de mi butaca y pasaba a
resolver el problema que usted escribía, fui la alumna que entregaba lo que
pedía, fui la que ponía más atención en su clase y la primera que entregaba los
ejercicios que usted dejaba al salón en su horario de clases.
No quiero que este reclamo
tenga consecuencias porque usted es el maestro y decide que calificación
tenemos nosotros los alumnos pero pienso que como alumna tengo derecho a decir
lo que no es de mi agrado o que me parece que es injusto.
Quiero decirle a usted que
es un buen maestro, que lo que enseña nos servirá para nuestro futuro y
especialmente para nuestro presente, pero quiero que ponga más dedicación a lo
que usted se dedica, que observe con atención a mis demás compañeros y se dé
cuenta de los sacrificios que cada uno de nosotros hace para obtener una buena
calificación en su materia. Porque tengo la sensación de que usted eligió esta
carrera porque le gusta, porque tiene en mente que es una ayuda a las personas
para que se superen en la vida.
Deseándole éxito en todas
sus actividades, me despido de usted esperando que esta observación que le
acabo de redactar le sirva para que no tenga la misma situación con otro
compañero de la institución.
Adriana
Camarillo Avila
Biblioteca
de Coronango
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