¡Se escucha
tanto del maltrato intrafamiliar! Cuando el esposo agrede a la mujer física,
verbal y emocionalmente también hace daño a los hijos. No es fácil afrontar la
realidad, el hablar de ella, desechar los miedos, angustia y el que dirán,
teniendo en cuenta el rechazo de la familia y la sociedad.
En ocasiones
la burocracia puede más que el derecho.
Es
tiempo que la mujer empiece a desprenderse de sus miedos y angustias, y de que luche por sus valores y el respeto a sí
mismas, pero sobre todo, de que aprenda a perdonarse ya que en ocasiones uno
mismo cree que se lo merece. Venimos arrastrando cadenas del pasado que es
difícil romper pero para ver un cambio alguien tiene que empezar a romper el silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario