Un día cayó una lluvia tan fuerte, tan fuere, que duro días y noches.
El agua subió, salió de los ríos, encubrió los campos, los bosques y al final
los montes. No se alcanzaba a ver un árbol, un animal, ni siquiera un pájaro. Todos
habían huido o se los había llevado la corriente.
Menos la tortuga. Ella se puso lista. No huyó para el
monte como hicieron los otros.
Lo que hizo fue quedarse quieta encima de un árbol
caído en la floresta. Llevó sus cosas y comida para varios días. Llegó el agua
y se fue llevando al tronco y a la tortuga encima del tronco. Y allá se fueron,
de un lado a otro, el tronco sobre el agua y la tortuga sobre el tronco. Pasó
cerca de un perro, el pobrecito nadaba y se debatía ya casi ahogado por la corriente,
le pidió:
—Tortuga deja que me suba al tronco.
—Si te permito que subas,
¿de qué manera puedes ayudarme?
—Sé vigilar y
soy un buen compañero. La tortuga pensó que sería bueno tener un vigía, y
también le gustaría tener un compañero con quien conversar.
—Sube.
Más adelante fue encontrando más animales, una calandria, un chango, que
le pedían ayuda y a cambio de subirlos al troco les pedía que hicieran algo
para amenizar el viaje. Después de varios días y noches, fueron calmando las
aguas y fue bajando la marea.
La calandria le
dijo a la tortuga: —Muchas gracias por dejarme subir a tu tronco pero ya es
hora de irme.
—Está bien—,
dijo la tortuga abre tus alas y
vuela.
El chango vio un
árbol y también dijo:
—Gracias tortuga
pero ya encontré mi hogar que iniciaré en aquel árbol—. Y así fueron bajando
poco a poco los animales. El perro triste se despidió de la tortuga de quien
también estaba muy agradecido, le dijo:
—Gracias tortuga
Dios te premiará con algo por tu bondad—. Y se fue.
La tortuga se
quedó sola y mirando al cielo dijo:
—Dios te pido
que me dejes hacer mi hogar en tierra pero también en agua para conocer las
maravillas que en ellas tienes—. Se escuchó un trueno y con él una voz que
dijo:
—Serás premiada
por tu bondad así que no serás la que llegue primero pero si tendrás
inteligencia para saberlo hacer; desde hoy podrás sobrevivir en tierra y bajo
agua. Muy contenta y sorprendida la tortuga dio las gracias. Y desde entonces
se cuenta que la tortuga es un animal que puede sobrevivir en tierra y bajo el
agua.
FIN
Biblioteca Higinio Aguirre Gómez n°3210
Teresa Juárez Soria
un cuento hermoso apto para niños para todas edades me encanta leer los cuentos a mis alumnos pues la literatura es muy importante fomentarla en los niños.
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