lunes, 11 de junio de 2012

Carta reclamo 27: Carta para el sr. de la luz que estropeó una rosa al hacer su trabajo


De: Teresa Juárez Soria

Estimado señor, me dirijo a ustedes con todo el respeto que se merece e informándole que admiro mucho su trabajo.

Pero creo que esta tarde en la que se presentaron en casa no fue muy amable, sino muy descortés, ya que al tomar lectura al medidor estropearon mi rosa color rojo quemado que le daba vida a esta casa, por lo tanto quiero informarles que me indignó su visita, sé que para ustedes no significa nada pero quiero contarles porqué quiero tanto a esa rosa:

En una tarde lluviosa me encontraba muy triste y sola y miraba las gotas de la lluvia caer sobre mi ventana; mientras miraba como empañaba el vidrio con mi respiración, dejé de escuchar el sonido de la lluvia y pensaba imaginando cómo la lluvia daba vida a tantos seres vivos. Observé que las flores, hojas, frutos de  plantas y árboles,  se regocijaban con la lluvia que caía en su piel desnuda. Y con eso se escuchaba un canto melodioso con el sonido del aire, lluvia y el movimiento de las plantas que el aire les provocaba, y eso hizo que mi tristeza quedara atrás. Cuando reaccioné vi tirada junto a mi ventana una vara con pequeñas espinas y pétalos color rojo  llenos de lodo y maltratados con cara triste con su raíz de fuera y aunque sin sonido, algo me decía que pedía auxilio. Sin pensarlo dos veces y por inercia, después de haber visto todo lo maravilloso de la naturaleza, corrí entre la llovizna la levanté y decidí sembrarla junto a mi puerta. Creo que con la lluvia de esa tarde, al día siguiente al salir de mi casa, miré que estaba hermosa que había vuelto a la vida y que tenía otra expresión y era de recuperación. Desde entonces cada vez que miro mi rosa me dice que cada momento es una oportunidad de vida.

¿Ahora me entiende? Por qué me molestó tanto su estropeo, ahora que me encuentro escribiendo esta carta también me permito a decirle que aparte del maltrato a mi rosa, dejaron mal el medidor no sé qué deba hacer al respecto, pero desearía tanto que su persona tenga la amabilidad de regresar y dar la cara para solucionar el problema que ocasionó. Quiero pensar que es una persona consiente y responsable de sus actos, creo que podemos hacer un trabajo limpio y sin perjudicar a terceros, sólo quiero que tenga la sensibilidad para valorar su trabajo y saber que las personas valoran otras cosas, las cuales queremos y cuidamos con mucho amor y no nos gustaría que otros lo perjudicaran. Quien ama su trabajo y lo hace con gusto, ama la vida.

Esperando su visita  después de haber comprendido esta carta me despido.

Atentamente:
Doña Teresita JuárezBiblioteca Higinio Aguirre Gómez nº 3210
Saltillo la fragua

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