jueves, 28 de junio de 2012

Lo que mi pensamiento me dicta 6: LA IMAGEN DE UN ENCINO PLATEADO


Hace frío, intento atrapar a la mente en sus pensamientos, todas las ideas se van y sin embargo, estoy pensando.

La imagen es un encino plateado, sé y no quisiera saber, por qué tengo tan presente esa especie de árbol. ¡Qué difícil eso de escribir lo primero que viene a la mente!, es tan incoherente el discurso mental, por eso es tan valiosa la palabra escrita, nos ayuda a dar orden a ese caos dentro y fuera de nosotros.

Y en esa demencia del discurso interior y todas sus imágenes,  sonidos, aromas,  sabores, texturas, sensaciones, colores y formas es que tiene origen la poesía. Ahora que lo pienso qué poética mezcla de incoherencias tienen lugar en el caos, a veces el caos es un camino luminoso que da cuerda al corazón y a sus sensaciones.

Siempre hay puertas que se abren, puertas que la mayoría de las veces no nos atrevemos a cruzar, por miedo, por prisa, por vértigo, que sé yo. Pero eso sí, nos asomamos a todas las ventanas, es fabuloso, ¿qué es una ventana sino un elemento de contemplación? y ésta requiere una verdadera vocación, ir contra el fluir del mundo, pretender estar estático para eternizar un momento, pretender la inmovilidad sabiendo que el universo, que la vida es un constante cambio, un interminable movimiento, que todo viaja, que todo se transmuta a cada instante y que nada queda igual y aun así guardamos objetos y millones de recuerdos que parecen permanecer y no es verdad, un suceso puesto en la memoria ya es otra cosa cuando acaba de ser guardado, sólo un recorte, un fragmento del todo, ya está permeado por nuestra percepción y cuando lo traemos de regreso, cuando lo evocamos, ya es otro. Cambió por las nuevas circunstancias y nuestra actual ubicación en el espacio y en el tiempo. Precisamente contemplar es pretender detener el tiempo y el movimiento, dejar de transcurrir. Todo lo que hacemos tiene que ver con encontrar la sensación de estatismo: la rutina, tener cosas materiales, recordar, mantener una forma de ser, de pensar, de sentir, de amar. ¿Por qué este afán de frenar al universo? O de engañarnos que podemos frenarlo y no aceptar el movimiento y el cambio con todo el vértigo que implica, por qué no fluir conscientemente  y ser parte de la esencia del universo sin oposición a lo natural. Entonces sí que todo sería eterno, estaríamos viviendo tantas vidas que no tendríamos preocupación por el tiempo, por el futuro; nada nos enfermaría porque no necesitaríamos sentirnos imposibilitados para detener el caudal del que somos parte.

Aprender a danzar es la clave, mejor aún, recordar nuestra danza interior, pasar de la contemplación a la acción, hacer propia la cadencia del movimiento de las estrellas, movernos armoniosamente al ritmo que toque la música de las galaxias, de los rayos del sol, del mar, del universo entero.

Danzar sí que eterniza los momentos, los lugares y las personas, esa danza vuelve uno sólo el espacio y el tiempo como en realidad es, y así armoniosamente con la danza uno se volverá parte, verdaderamente, de la tierra y todo su sentir, la tierra y todo su fuego, la tierra y todo su aire, la tierra y toda su agua. Danzar es crear la propia música, al compás del movimiento se iluminan de colores los espirales de energía que emanan el mismo cuerpo.

Danzando escucho y lo comprendo todo.
Danzando muestro mi alegría de vivir.
Danzar  conmigo, para ser, no para estar.

Laura Montiel Ugarte
Biblioteca “ Hilario Galicia Rodríguez
Cd. Serdán

3 comentarios:

  1. "... y somos la noche
    la noche sumergida en espirales
    dando vueltas alrededor de los planetas

    el luar de la noche
    el luar escondido en el follaje

    el sonido silencioso de la cauda de un insecto

    y nuevamente el luar
    el luar danzando
    el luar besando el aire
    el luar mareando la marea
    el luar pintando en el lienzo terrestre..."

    R.

    ResponderEliminar
  2. Hermoso poema R. Muchas gracias. Siempre serás bienvenid@ por aquí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por las palabras Raquel... ¡Viento de mar!

      R...

      Eliminar