viernes, 18 de mayo de 2012

Autobiografía 11: Mine


María Minerva López Vázquez

En un 20 de agosto de 1979, en un pueblito, tranquilo, cálido y pequeño, como lo era Chalchicomula de Sesma a las 8:00 pm. de un viernes hermoso nací, ocupando el cuarto lugar en el hogar de mis padres, Francisco López y Ma. de los Ángeles  Vázquez.
Un hogar tradicional, tranquilo y unido.
La casa donde vivía era como una vecindad, en ella vivían los tíos de mi papá (mi bisabuelo les había repartido el terreno como herencia), para mí era bonito ya que todos los primos, (que éramos muchos), jugábamos, claro que a veces también peleábamos. Recuerdo que cuando era año nuevo era muy bonito ya que venían mis tíos que vivían en México y todos nos reuníamos a cada familia le tocaba algo. A mi tía Nico le tocaban los tamales y hacía unas tinas muy grandes todavía en ese entonces se batía la masa a mano y a los niños sobre todo a mí me gustaba pasar junto a la tina y comerme la masa. Mi tía me regañaba, decía que me iba a empachar. A mi mamá le tocaba su tradicional pozole, un pozole que hasta la fecha no he vuelto a probar. Y así todos mis demás tíos ponían algo. Luego, mientras las personas grandes preparaban todo, platicaban y bailaban. Los niños nos íbamos a las acostadas en la cuadra. Era muy bonito muchos dulces, ponche, tamales, buñuelos… ¡Mmmmm!, ¡Qué rico todo! Qué tiempos aquellos.
Siempre me sentí la consentida de toda la casa, en especial de mi tío crece (bueno se llamaba Crescenciano y le decía así  de cariño). Para mí fue como un segundo padre siempre me consentía y me decía: “Mi rubiales” o “Rizos de oro” porque tenía mi pelo largo y güerito con chinos (cosa que se ha ido acabando con tantos tintes). Asistí a la primaria en la escuela “Carlos B. Zetina”, que se encontraba a dos cuadras de mi casa. La verdad no me gustaba mucho la escuela pero le echaba ganas, ya que mi papá era muy estricto. En las tardes siempre salíamos a jugar todos los niños de la cuadra, era muy bonito ya que había mucho espacio, casi no había casas construidas. Jugábamos a las escondidillas, el bote botado, los oyitos, a la comodita, a la escuelita, y un gran columpio eran nuestros juegos preferidos. El correr a tus anchas y poder andar tranquilamente por donde sea sin ningún peligro, es lo que mas extraño ya que mis hijos no pueden hacerlo. Al salir de la primaria, descansé un año y luego entré a la Secundaria Técnica Número Siete; para mí fue una etapa muy difícil y creo que para mi familia también, ya que mis padres se divorciaron cuando iba en segundo año. Gracias a Dios en ese entonces, conocí a quien ahora es mi esposo: Rubén, la verdad creo que sin él, no hubiera podido salir adelante, ya que un divorcio es ¡tan doloroso! No entender cómo unos años antes se era tan feliz y de pronto todo cambió. Pero con su amor y comprensión fue mucho más fácil.
Tengo tres hijos, dos niños y una niña que son mi adoración. Siempre fueron y han sido tranquilos, sanos y hermosos. En realidad para mí no fue nada difícil criarlos ya que nunca fueron enfermizos, ni chillones. Son un encanto.
Trece años me dediqué a ellos en cuerpo y alma, me siento muy satisfecha ya que siento que los disfruté al máximo, nos íbamos a pedir posada, a pedir calavera, nos íbamos al cerro a pasear, a conocer muchas partes de nuestro pueblo que no conocíamos, jugábamos (bueno hasta la fecha lo hacemos) en realidad disfrutábamos todo.
Hace cuatro años aproximadamente, se me presentó la oportunidad de entrar a trabajar, en realidad no fue nada planeado. Son de esas cosas que la vida te da cuando menos te lo esperas, fue difícil no haber trabajado nunca, ni haber tenido que tratar con personas que te ponen trabas para no obtener lo que deseas. En realidad enfrentarme a este tipo de personas me hizo querer lograrlo pues en lugar de detenerme me hicieron tener mas fuerza. Claro, siempre te vas a encontrar gente como ésa, pero afortunadamente he encontrado en mi camino más gente buena que mala.
Mi trabajo gracias a Dios me ha permitido, no sólo aprender de las personas y conocerlas si no que superarme profesionalmente ya que estudié hace dos años el bachiller a través de CENEVAL, pero para esto teníamos que ir a unas asesorías que duraron ocho meses y no sirvieron de mucho para el examen, pero pues sí. Aprendes algo. El día de mi examen la verdad hasta migraña me agarró. Por poquito me daba por vencida, pero al ver que mis compañeros estaban igual que yo o peor, y sobre todo, al acordarme de mi familia y de todos los sacrificios que habíamos pasado (y digo que habíamos pasado pues los fines de semana casi no los veía por ir a las  asesorías), me dio fuerzas y lo logré, no con la mejor calificación pero sí con la segunda mejor.
A los pocos meses estudié: Ejecutiva en Sistemas Computacionales y también me gradué. Ya le había agarrado el modo para quitarles tiempo a mi familia ahora los integraba conmigo para que me ayudaran hacer mis tareas. Eso fue muy bueno además de que hay conocí a mis compañeras que ahora son unas súper amigas y en realidad eso es lo que más me gusta: conocer gente y tratarla. Por eso amo mi trabajo.
Actualmente sigo en el mismo trabajo (Directora de biblioteca), en el mismo lugar (claro no lo cambiaria por ningún otro a mi ciudad Serdán querido a por que ahora así es conocido), y con la misma gente (con mis hijos, mi esposo, ¡ah!,  y con nuevos integrantes: mi nuera y un hermoso nieto). Como  diría mi artista favorito Juan Gabriel.
Doy gracias a Dios por todo, porque siempre me ha dado, no lo que he querido, si no lo que Él cree es bueno para mí. Y me lo ha dado en el momento exacto.
Ha se me olvidaba decirles que ahora soy de estatura mediana, media gordita (bueno llenita de amor), piel apiñonada y de un carácter que, (puedo decirles), me gustaría que me conocieran y quienes me conozcan puedan decir como soy, por que yo la verdad me creo súper buena onda pero cada quién tiene una perspectiva diferente de mí. 
María Minerva López Vázquez
Biblioteca:

1 comentario:

  1. J.Trinidad Juàrez Alcàzar22 de mayo de 2012, 7:51

    Mine,que bonito es que podamos escribir nuestra biografia asi podemos abrir nuestro corazon tal como lo estas haciendo tu, gracias por compartir esas anecdotas familiares que son un tesoro que nos llevamos hasta la muerte y mas allà.

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