29/Oct/08
SI YO PUDIERA
El otro día
te escribí un mensaje diciéndote que los tiempos del Señor son maravillosos y
en mí ese tiempo llegó, aprendiendo a aceptar la luz en mi corazón. Perdonarme
por mis errores y perdonar aquellos que un día, tiempo atrás, me hicieran daño,
incluyéndote a ti y a tus señoras. La vida algún día les cobrará esas lagrimas
que derramé por su culpa y en mí, esta olvidado, lo he superado, gracias a
Dios.
Hoy no me importa si les compras autos, terrenos o construyes
casas, porque yo quiero construir mi vida y te pregunto si la quieres compartir
conmigo; estoy cansada de llorar, pedirte por algo que considero es mi derecho;
hoy quiero un hogar cálido, un compañero que al dar la vuelta en mi cama este a
mi lado, que cuando este enferma me cuide y si tengo alguna pérdida, sea mi
consuelo en el dolor. Cuando te dije que los tiempos del Señor son maravillosos
es porque tú mismo te das cuenta de las cosas. Un día escuché decir, tú eres su
esposa, la primera, la que hasta ahora siempre haz hecho a un lado sin importar
sentimientos, dolor o frustración; me considero un ser humano imperfecto porque
he cometido errores. Me dejé pisotear por ti, dejándote que me humillaras,
siempre dejándome con la palabra en la boca y muchas cosas más que es mejor no
recordar porque causan dolor y el pasado, pasado está. Hoy quiero invitarte a
hablar con el corazón; si deseas compartir el resto de nuestras vidas juntos,
en armonía, paz y tranquilidad; teniendo en el hogar la luz y que nuestros hijos
algún día digan con alegría, por fin después de tantos tropiezos la familia
esta unida. Cuando me cambie, fue sin ofenderte o lastimarte; volví después de
tantos años a la casa donde me crié y te molestaste y dije, la casa no son las
4 paredes; soy yo, que con mi presencia y la paz que he logrado en mi corazón,
la llenan de calor. Dios me regaló tres ángeles a los que enseñé a amarte y
respetarte sin juzgarte, pues eres un Ser trabajador, honrado como ninguno,
teniendo un alma limpia que tú mismo no alcanzas a percibir y que yo logro ver.
Tal vez estas líneas te parezcan cursis o las pongas en una barra de hielo,
pero confió que no será así; si deseas ese cambio como familia, que se sienta diferente
tu actitud hacia nosotros. Estoy consiente que tienes responsabilidad con otras
familias y no entra a discusión. Lo respeto. Pero primero fui yo y quiero ser,
yo sé que no será fácil y pido a Dios que si tienes oportunidad de leer estas
pequeñas líneas que me esta costando escribir, pues me salen del alma, las
tomes para bien tuyo y mío. Que la luz toque tu corazón y te cubra de
bendiciones, cual sea tu decisión yo la respetaré.
Ana
Rosa Ortiz
en realidad es una carta que le llega a cualquiera y que te hace reflexionar.
ResponderEliminarque bueno que por este medio tu puedes uno puede sacar lo q aveces no podemos gritar te felicito atte.Lizbeth Juárez M
ResponderEliminarLAS PALABRA SE LAS LLEVA EL VIENTO PERO LAS PALABRA ESCRITAS JAMAS SE OLVIDAN SALUDO ANA
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