lunes, 28 de mayo de 2012

Autobiografía 14: Nora Ivón


A U T O B I O G R A F I A

Mi nombre Nora Ivón Ortega González, nací en tételes de Ávila castillo, puebla el 16 de septiembre de 1962, en el hospital municipal de este lugar, hija legitima de Héctor Ortega Ojeda y Eucasia González Martagón, el primero hijo de Rafael Ortega Peña y María Ojeda Ocio , la segunda hija de Lauro González Maza y Eucasia Martagón Hernández.
Desde que supieron que iba a nacer fui una hija muy esperada y querida. No sólo por mis padres, por toda mi familia y especialmente por quien después fue mi madrina: Tranquilina González Martagón. De esto no me acuerdo pero me lo comentan mi madre y varios de mis tíos que cuando tenía un año siempre estaba con mi abuelito Lauro y que él me compraba tamales de mole.
Mi infancia está llena de recuerdos familiares y convivencias inolvidables en tiempos que empecé a ir al kínder “Claudio Mendoza” me gustaba bailar,  participar en los eventos. Pero como era una niña introvertida me era difícil la comunicación con los demás. Posteriormente vino la etapa de la escuela “Manuel Pozos” y tuve más participaciones en bailes y otras actividades. Me ha gustado el basquetbol. A pesar de mi gordura lo practiqué y me sentí  bien  jugándolo. Estaba en un equipo, no era de las mejores pero lo defendía con honor.
Tengo 4 hermanos: 3 hombres y 1 mujer. Uno se llama Héctor, después que yo, Germán el segundo de la familia, Daniel el tercero y mi hermana Liliana. La última de todos (creo que nos llevamos bien).
En este periodo de la escuela primaria tuve una enfermedad que me cambió la vida en todos los aspectos.  Se llama: fiebre reumática y la cual he superado pero con  restricciones que me hicieron tener una adolescencia trunca con periodos de invalidez y también perdida del habla, experiencia que no le deseo ni a mi peor enemigo. Esta enfermedad tiene secuelas  a largo plazo y gracias a Dios hoy puedo decir que ya casi no las tengo. Pero en su momento afectó tanto mi sistema nervioso que recurrentemente recaía y es como si volviera al principio y así ha sido  mi vida con muchas dificultades  para poder superar una serie de obstáculos.
Mas nunca me he dado por vencida, siempre el espíritu de seguir adelante,   preparándome y a pesar de que la enfermedad me imposibilitaba por espacios de tiempo largo, aun así logré terminar mí secundaria y orgullosamente puedo decir que inicié y terminé una carrera corta que ha sido hasta ahora fuente de ingresos  y  logros.  Mi familia lo ve como la  forma de demostrarles que cuando se quiere, se puede lograr lo que te propongas. Además ya trabajando me tracé la meta de  estudiar preparatoria abierta con mucho esfuerzo y dedicación  y  con el miedo de no poder terminar.  
Quizá se estén preguntando si tengo hijos. Les diré que no: no soy casada tampoco; ¿Por qué?  Mi enfermedad  no me lo permitió,  tal vez porque no es mi destino o no he encontrado al compañero ideal, esto me ha dolido durante algún tiempo. Ahora siento que por algo Dios me ha dejado vivir y alguna misión tengo en este mundo. Nuevamente me siento feliz  porque he logrado superar mis tristezas y mis carencias   además puedo colaborar para ayudar a otras personas
Mi carrera o mi oficio siempre me ha gustado y he aprendido a valorar mi trabajo. Sé que no soy buena en esto, pero trato de superarme cada día. Pasando a otro aspecto de mi vida, me invitaron a participar,  ser integrante  de la Asociación Cívil “Tzoncoyotl” el  proyecto ha sido mejoramiento  cultural, deportivo y social, con lo cual me siento realizada por colaborar de alguna forma con mi pueblo, con la gente altruista que inició este proyecto.
La herencia que más cuido y que es muy importante para mí, (no piensen que es un tesoro incalculable de riqueza).  Bueno, sí lo es para mí; una riqueza que no tiene nada que ver con dinero o fortuna. Son las enseñanzas, los principios que me han dejado las personas con las que conviví durante muchos años. Han sido y son gente tan importante en mi vida, que cada día los recuerdos como si estuvieran vivos: sí, son mis padres, mis tíos, mi familia que siempre ha influido en mi vida. Han sido gente que nos enseñaron a respetar a las personas y a dar sin recibir nada a cambio y  esperar tal vez burlas o groserías de la gente,  mas el único propósito es ayudar.
Hasta ahora y orgullosamente digo que estoy participando en Pececitos de Plata. Sé que me falta mucha práctica para lograr un buen trabajo y  mejorar mi redacción. Estoy a un paso de cumplir 50 años y quiero superarme logrando culminar el curso de Pececitos de Plata. Les agradezco la oportunidad de expresarme a través de la palabra escrita.


 Nombre: C. Nora Ivón Ortega González.                                              17/05/2012
Biblioteca : Guadalupe  Martínez  Ortega
Ciudad: Tételes de Ávila Castillo, Puebla

3 comentarios:

  1. Sabes querida Nora nunca es tarde, para realizar lo que desees, como dicen por ahí: Lanza el corazón con la confianza de que el cuerpo te va seguir.

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  2. Minerva López Vazquez4 de julio de 2012, 10:24

    Mil felicidades! es una persona de las que hay pocas que en realidad da gusto conocer y saber que en la vida cuando se quiere se puede y sobre todo que tiene bien simentadas las bases de los valores, gracias por ser como es.
    espero algun dia poder tener el gusto de conocerle en persona.

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  3. ¡Uy! Me encanta ver que ya están interactuando entre ustedes por medio de los comentarios del blog. Seguimos avanzando.

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