Por: Jacques y Natasha Gelman
Frida Kahlo
(1907-1954)
Magdalena
Carmen Frida Kahlo, pintora mexicana quien nació en Coyoacán, D.F en 1907, hija
del fotógrafo austriaco Guillermo Kahlo y de madre oaxaqueña Matilde calderón.
La infancia de Frida Kahlo transcurrió entre su Coyoacán natal y las calles del
centro de la capital donde su padre tenía un estudio fotográfico. Joven
rebelde, Frida ingresó a la preparatoria de san Idelfonso y allí se relacionó
con un grupo de estudiantes conocidos como Los cachuchas. En 1925, el camión
urbano en el que viajaba la pintora acompañada por su novio, chocó contra un
tranvía. La vida de Frida Kahlo cambió radicalmente: recluida en cama durante
varios meses, comenzó a pintar.
Al restablecerse, Frida volvió a llevar una vida activa, ayudando a su
padre en el estudio fotográfico.
En 1927 conoció a Diego Rivera, al que detuvo en los pasillos de la secretaria
de educación pública, donde él trabajaba, para pedirle que analizara sus
primeros cuadros. En 1929, Frida y diego se casaron en Coyoacán.
En la década de los treinta, Frida y Diego radicaron en los Estados
unidos en 1932 en Detroit, Frida sufrió un aborto a consecuencia del accidente
anterior, que casi le costó la vida y la hizo volver a una situación
sedentaria, que determinó una vez más el rumbo de su existencia. A Partir de
esa fecha, la producción artística de Frida no se interrumpe más.
Definitivamente subjetiva y, por ello, al margen de los estilos
artísticos de su época – marcados por la búsqueda formalista (Tamayo Izquierdo,
Rodríguez Lozano), o por el discurso político social (los muralistas y los
integrantes del taller de la grafica popular) la pintura de Frida Kahlo no tiene más que un propósito: revelar la
intensidad de su dolor. Dolor físico, por supuesto, y sufrimiento existencial
al descubrir que no sería nunca la madre que deseaba ser, ni la esposa ni la
amante, ni la activista política que soñaba. Para Frida Kahlo la pintura, se
convierte en arma, en la única arma de que dispone para poder ser en el mundo.
Frida Kahlo, es un ejemplo más de que cada quien tiene una misión en
esta vida y que a pesar de las adversidades se puede salir adelante y encontrar
la forma para dar a conocer sus sentimientos. Ella a través de sus pinturas nos
dio a conocer su vida y a la vez ser un ejemplo de disfrutar a pesar del dolor
y conformarse con lo que la vida te da. La originalidad de sus obras hizo
despertar el interés hacia ella y el respeto por haber tenido el valor de
superar todo y poder reflejarlo en ellas.
María Minerva López
Vázquez
Biblioteca Pública Municipal “Mtra. Rosa Esther Adame Quiñones” No 8617
Junta Auxiliar La Gloria, Cd
Serdán, Puebla.
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