Tehuacán, Puebla a
18 de mayo de 2012
A todos los implicados:
P R E S E N T E
Enviando de antemano un grato saludo, procedo inmediatamente al
asunto, esclareciendo que mi interés no es quitarles el tiempo con naderías,
simplemente es expresarles mi sentir y pensar.
En los diferentes avisos de empleo que reviso desde
hace ya unos cuantos meses, debido a que me encuentro inscrita como miembro al
no orgulloso grupo de desempleados del país, he visto una serie de arbitrariedades que me es imposible
seguir callando. Vayamos al ejemplo más próximo: ayer siendo las 7:30 am, me
informaba de determinadas instituciones que ofertaban vacantes requiriendo a una persona capaz, dispuesta, eficiente,
honesta, con actitud de servicio y demás cuestiones importantísimas como
requerimiento para poder emplearse.
Pues ahí me imaginan ustedes, una mujer
decidida a lograr el sueño mexicano: conseguir empleo, llena de ilusiones y
nauseas por los nervios que me causan las entrevistas labores (con el saco y
pantalón más formales que conservo
del guardarropas, un bonito traje que de haber sido negro ahora por el uso
tiene un peculiar gris oscuro) bien, sin perderme en insignificancias prosigo. Mi
primera entrevista del día no fue exactamente un fracaso, más bien nunca
comenzó, era una empresa fantasma, tardé casi una hora dando vueltas en los
callejones de una colonia retirada de la ciudad, cuidándome de los canes.
Sin
desanimarme fui al segundo lugar, donde la secretaria todo el tiempo me cuidaba
como si quisiera llevarme la enorme pecera que tenían en recepción,
todo por saludar alegremente a esos pececitos; he lidiado una serie de tácticas para tratar con secretarias
y vigilantes poco amigables, aunque esta opuso cierta resistencia, no le quedó
de otra que pasarme con la
licenciada Angélica, usted señora que revisó mis papeles sin mirarlos (casi
podría asegurar que tenía el folder de revés), sería quizás, porque antes de mí
pasó una jovencita al que la secretaria llamó “Carlita” diciéndole que su jefa
la esperaba, al salir la muchacha se veía muy contenta, despidiéndose de la
secretaria a quien llamó tía.
Cuando vi que nuevamente el nepotismo se
imponía, respiré profundo y recordé
que el señor nepotismo y yo, habíamos tenido unos desencuentros donde él siempre salía ganando, por alguna
causa que me niego aceptar, tal vez sea
mala suerte, no conozco
algún familiar, padrino, madrina, compadre o pariente lejano dentro de algún
sindicato o empresa.
Me dirigí un poco cabizbaja al tercer sitio,
donde el loable caballero que me atendió, comentó que cumplía con todos
los requisitos menos el de experiencia laboral. ¿Saben?, esta parte siempre me
ha parecido interesante, en la mayoría de los empleos a la gente le piden
experiencia, pero resulta que si a uno no le dan la oportunidad de adquirir
experiencia en algún empleo llegaré a la tercera edad sin experiencia, aquí
viene la ironía ya no me contrataran por la edad ¡Por poseer demasiada experiencia!
El
último: usted, el hombre cuya edad avanzada, era una representación
lejana de sabiduría, la mitad que duró la entrevista (los veinte minutos más
largos de mi día), me veía como la recepcionista de algún elegante bar del que
seguro es cliente frecuente, (lo disculpo), al parecer sufre algún tipo de estrabismo
pues su vista no precisamente veía mi ojos, antes de que pudiera seguir con sus
pretensiones de seducción, me retiré, quitándole con mucha cortesía y disimulo mi curriculum vitae.
Esto es lo que sucede a muchas personas que se
encuentran logrando su sueño mexicano. Aclaro que no es un mensaje proselitista
¡Dios me salve de bombardear promesas políticas!, esto es una cuestión social que
nos debe interesar a todos. No solamente a unos políticos, me refiero a todos y
cada uno de los empleadores mexicanos, empresarios, escuelas, gobiernos y
ciudadanos debemos tomar responsabilidad; ¿De qué sirve que se incremente el
número de alumnos matriculados en universidad, si más de la mitad de ellos
estarán desempleados?
Se habla de que hay que “hacer emprendedores”,
y me agrada la idea, empero, quisiera que fuera más allá de una idea; que se
convirtiera en una realidad tangible. Con los recursos que necesita para
materializarse, posiblemente nuestro sueño debería cambiar de ser empleados a
formar nuevas oportunidades laborales. Salvando a las futuras generaciones de
secretarias mal geniudas, jefes que quieren jugar a galantear, o bien, que las
universidades enseñen la importancia de los contactos y que cada estudiante
busque como padrino de generación algún político, millonario o miembro
sindical; lo cual opino no resolvería nada, pero al menos garantizaría algo.
Bueno, aquí termino, porque esto se está
convirtiendo en una queja y esa no era la intención, ni mucho menos causar
agruras estomacales, tal vez un
poco conmociones de conciencia; agradeciéndoles la atención prestada se despide
de ustedes su segura servidora, que espera muy pronto servir.
Claudia Ramirez Martínez
Biblioteca Joaquín Paredes Colín
Tehuacán Puebla.
Efectivamente Claudia estamos en una situaciòn màs que dificil y de verdad da mucho coraje ver ese tipo de cosas,pero en nosotros esta sembrar la semilla para que al menos esta situaciòn cambie para generaciones posteriores y una de las herramientas que considero importantes es la que estas utilizando y que es no quedarse callado y hacer ver a quien corresponda que nuestras autoridades deben luchar por una verdadera justicia social o la vuelta de la esquina tendremos movimientos sociales violentos porque el hambre y la necesidad no esperan
ResponderEliminarEN LA ACTUALIDAD ESTAS PALABRAS SE VIVEVEN DIA A DIA OJALA ESTE SEA UN MEDIO PARA SER ESCUCHADOS SALUDOS DE ANA ROSA ORTIZ
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